Bruselas

El jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, ha lanzado este martes un ultimátum a los dirigentes de Kosovo y Serbia para que adopten "urgentemente" medidas para rebajar la tensión "de manera inmediata e incondicional". "Tenemos demasiada violencia en Europa hoy, no podemos permitirnos otro conflicto. Espero que mi voz sea escuchada", ha clamado Borrell. 

Una treintena de soldados de la OTAN (de Italia y Hungría) han resultado heridos con fracturas, quemaduras e incluso armas de fuego tras las violentas protestas de los serbios del norte de Kosovo. La violencia se ha desencadenado tras la reciente elección de alcaldes de etnia albanesa en áreas de mayoría serbia. Los serbios habían boicoteado los comicios y han intentado impedir que los alcaldes tomen posesión.

El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, ha puesto al Ejército en máxima alerta de combate. La misión de mantenimiento de la paz de la OTAN (KFOR) ha condenado los disturbios y asegura que tomará "todas las medidas necesarias para garantizar un entorno seguro y la libertad de movimiento para todas las comunidades en Kosovo". "Las dos partes deben asumir plena responsabilidad por lo ocurrido y evitar una nueva escalada", ha dicho el comandante de la KFOR, Angelo Michele Ristuccia.

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"La UE condena en los términos más enérgicos la violencia en el norte de Kosovo que hemos visto los últimos días. Las actuaciones violentas contra los ciudadanos, contra los medios, contra las fuerzas de seguridad y contra las tropas de la KFOR son absolutamente inaceptables y conducen a una situación muy peligrosa", ha dicho Borrell en rueda de prensa con el nuevo presidente de Montenegro. 

El jefe de la diplomacia de la UE ha expresado su "firme" apoyo a la KFOR "en el cumplimiento de su mandato en interés de la estabilidad y la paz en Kosovo". Borrell habló con Vucic durante la noche del lunes y ha conversado este martes con el presidente de Kosovo Albin Kurti, además de enviar a un representante personal a la región. 

"Pido a las dos partes que tomen urgentemente medidas para desescalar la tensión de forma inmediata e incondicional. Debe evitarse cualquier otra actuación unilateral y restaurarse la calma. Como primer paso, espero que las autoridades kosovares suspendan las operaciones policiales centradas en los edificios municipales en el norte de Kosovo y que los manifestantes violentos se retiren", ha insistido el Alto Representante para la Política Exterior.

Borrell exige a kosovares y serbios que actúen de forma responsable y vuelvan al diálogo facilitado por la UE para normalizar las relaciones. Entretanto, los países de la UE han empezado a discutir este martes "posibles medidas a adoptar" si las partes continúan resistiéndose a los pasos que se les reclaman para la desescalada.

"Tenemos demasiada violencia en Europa hoy, no podemos permitirnos otro conflicto. Espero que mi voz sea escuchada", ha subrayado el jefe de la diplomacia de la UE.