Bruselas

Los ministros de Exteriores y Defensa de los Veintisiete han dado luz verde este lunes al plan diseñado por Josep Borrell que tiene como objetivo suministrar a Ucrania hasta un millón de proyectiles de artillería en el plazo de un año. Para lograrlo, la UE movilizará 2.000 millones de euros adicionales de su presupuesto, en concreto del Fondo Europeo para la Paz.

El objetivo de esta iniciativa es ayudar al Gobierno de Volodímir Zelenski a resistir a una eventual ofensiva de primavera por parte del Kremlin y a reconquistar los territorios ocupados por las tropas rusas. Borrell sostiene que las próximas semanas serán decisivas para el resultado de la guerra. Al mismo tiempo, los dirigentes de la UE quieren mandar una fuerte señal a la industria para que produzca más munición.

"Una decisión histórica", ha escrito el Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común en su cuenta de Twitter. "Hay todavía muchos detalles pendientes de resolver, pero para mi lo más importante es concluir las negociaciones. Esto demuestra una cosa: cuando hay voluntad para hacer algo, se encuentra un camino", ha explicado Hanno Pevkur, ministro de Defensa de Estonia, país del que partió la idea.

[Alemania se desmarca del plan de Borrell de compra conjunta de munición para ayudar a Ucrania]

El plan de Borrell se basa en tres pilares que según sostiene son "complementarios" y deben ejecutarse "de forma paralela". Lo más inmediato es que los Gobiernos europeos envíen de forma urgente a Ucrania los obuses que aún tienen en sus arsenales, ya sean occidentales o soviéticos. El plazo límite fijado es el 31 de mayo.

Para empujar a las capitales, la UE movilizará un tramo de 1.000 millones de euros de su Fondo de Apoyo a la Paz, con el fin de cubrir entre el 50% y el 60% del gasto. El problema es que las existencias están ya agotadas o al límite en la mayoría de países (con pocas excepciones como Grecia). "No estábamos preparados para esta guerra de desgaste, la expectativa era que si había guerra, sería corta y de alta tecnología", admite un diplomático.

En segundo lugar, Borrell quiere lanzar un programa masivo de compra conjunta de municiones de artillería de calibre 155, sumando las necesidades de guerra de Ucrania y la reposición de stocks de los Estados miembros. Un programa que contará también con una financiación europea de 1.000 millones de euros. Su plan contempla dos opciones: o bien hacer la compra de forma centralizada a través de la Agencia Europea de Defensa (AED), o mediante coaliciones de al menos tres países.

Un total de 18 países (entre los que no está España) han anunciado que se suman al proyecto de la Agencia Europea de Defensa (AED). Se trata de Austria, Bélgica, Croacia, Chipre, República Checa, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Portugal, Rumanía, Eslovaquia, Suecia y Noruega. La iniciativa está abierta a cualquier otro Estado miembro que quiera sumarse en el futuro.

El giro de Alemania

El jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares, ha dicho que nuestro país no figura en la lista inicial de la AED porque el ministerio de Defensa todavía tiene que completar una serie de trámites, pero se sumará en los próximos días. "España va a estar ahí y yo lo he dejado claro hoy en la reunión, quedan unas formalidades administrativas", ha explicado.

"Como siempre nosotros preferimos reforzar todo aquello que sea Europeo, a pesar de que España cuenta con una industria de defensa de alto valor añadido", subraya Albares. La Agencia Europea de Defensa ha identificado a 15 empresas de 11 Estados miembros que pueden fabricar los obuses de calibre 155, entre ellas dos españolas: Expal y la Fábrica de Municiones de Granada.

Para acelerar los plazos, la AED recurrirá a un procedimiento negociado sin licitación. El objetivo es que los primeros pedidos se realicen a finales de mayo, aunque los responsables de la Agencia admiten que es un calendario "muy ambicioso". El plazo medio de entrega es de un año, pero Borrell confía que con la compra conjunta se reducirán los tiempos y también el precio. De hecho, los ministros se han fijado como fecha tope el 30 de diciembre de 2023.

Por su parte, Alemania (que en un principio se había resistido a participar en la compra centralizada) ha cambiado de postura y ha entrado en el proyecto de la AED. Además, el Gobierno de Berlín liderará una coalición de países para negociar con la industria armamentística alemana, en la que podrían participar también Países Bajos y Dinamarca, según ha dicho su ministro de Defensa, Boris Pistorius.

"Al comprar juntos a través del marco de la Agencia Europea de Defensa y movilizar el apoyo financiero del Fondo Europeo para la Paz, suministraremos a Ucrania más y más rápido. De nuevo estamos rompiendo un tabú y desbloqueando el potencial de la cooperación de la UE en la contratación conjunta", ha celebrado Borrell.

El tercer pilar del plan de Borrell consiste en expandir la capacidad de producción de la industria armamentística europea, utilizando fondos comunitarios con un modelo parecido a los contratos de compra anticipada con la vacuna contra la Covid-19. El jefe de la diplomacia comunitaria quiere movilizar también al Banco Europeo de Inversiones. Sobre este pilar no hay ninguna decisión concreta, más allá de pedirle a la Comisión de Ursula von der Leyen que presente propuestas lo antes posible.