Bruselas

La guerra de Vladímir Putin ha despertado a la OTAN de la "muerte cerebral" -tal y como la definió el presidente francés, Emmanuel Macron- y la vuelve a situar en el centro de la escena internacional.

La cumbre que empieza este martes en Madrid se perfila como una de las más importantes de sus 70 años de historia, ya que tiene que dar respuesta a los cambios tectónicos que ha provocado el conflicto en Ucrania en la situación de seguridad en Europa.

En una reunión que se ha definido primordialmente como "transformadora", los 30 jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Atlántica tienen previsto dar luz verde a un nuevo paquete de asistencia a Ucrania.

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Además, los líderes aliados aprobarán el nuevo 'concepto estratégico' (la doctrina militar de la OTAN de aquí a 2030), así como un refuerzo sin precedentes del flanco Este. Finalmente, la cumbre de Madrid tratará de desbloquear las candidaturas de Finlandia y Suecia.

Asistencia a Ucrania

"El Gobierno y el pueblo de Ucrania continúan resistiendo la brutal guerra de agresión de Rusia. Su valentía y su compromiso son una inspiración", destaca el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg. Los líderes de la OTAN escucharán de nuevo las demandas del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que finalmente no ha podido acudir a Madrid en persona y participará por videoconferencia. 

El despliegue actual de la OTAN en el flanco Este

A continuación, la cumbre acordará un paquete de asistencia integral para Ucrania, que incluirá medidas de apoyo en áreas como comunicaciones seguras, sistemas anti-drones y combustible. A más largo plazo, la OTAN se compromete a auxiliar a Kiev en la transición desde sus actuales equipos militares de la era soviética a otros modernos y compatibles con la Alianza, así como en el fortalecimiento de sus instituciones de defensa y seguridad.

Al mismo tiempo, los países miembros renovarán su promesa de seguir facilitando a Kiev armamento para combatir a Rusia, aunque estas entregas se hacen de forma bilateral y no a través de la OTAN. La Alianza quiere evitar cualquier riesgo de entrar en conflicto directo con Moscú. Por eso ha rechazado todas las peticiones de Zelenski de establecer una zona de exclusión aérea o enviar una misión de paz a Ucrania.

Nuevo concepto estratégico

El nuevo 'concepto estratégico', la doctrina militar de la OTAN para la próxima década, definirá a Rusia como "la amenaza más significativa y directa para nuestra seguridad", según ha adelantado Stoltenberg. Esto supone un cambio radical respecto al actual concepto estratégico, que se aprobó en la cumbre de Lisboa de 2010, en la que participó el entonces presidente ruso, Dmitri Medvedev. En aquel momento, la Alianza Atlántica consideraba a Rusia como "socio estratégico".

A petición de Estados Unidos, la doctrina militar de la OTAN mencionará por primera vez como motivo de preocupación a China. En concreto, afirma el secretario general, "los desafíos que Pekín plantea a nuestra seguridad, intereses y valores". También se incluirán amenazas como el terrorismo, los ciberataques o las amenazas híbridas.

El Gobierno de Pedro Sánchez pretende que el 'concepto estratégico' recoja además las amenazas procedentes del flanco Sur de la OTAN, como el uso de la migración o de la energía como armas de presión frente a los aliados o la inestabilidad política y el auge del terrorismo yihadista en el Sahel. Stoltenberg ha eludido garantizar de antemano la defensa de Ceuta y Melilla frente a un ataque militar y señala que se tratará de una "decisión política" que deben tomar por unanimidad los 30 miembros.

Refuerzo del flanco Este

"Se trata de la mayor revision de nuestra disuasión y defensa colectivas desde la Guerra Fría", sostiene Stoltenberg. En respuesta a la amenaza del Kremlin, la Alianza Atlántica tiene previsto reforzar los batallones desplegados en el flanco Este (compuestos por alrededor de 1.000 soldados) hasta alcanzar el nivel de brigada (entre 3.000 y 5.000 tropas).

Además, la OTAN transformará su Fuerza de Respuesta Rápida y aumentará a más de 300.000 el número de tropas preparadas para desplegarse de forma inmediata. En estos momentos, la Fuerza de Respuesta rápida se compone de hasta 40.000 efectivos con capacidad para desplegarse en cualquier escenario en un plazo de cinco días. Es decir, el cambio supone multiplicar por siete el número de soldados en alerta máxima.

Desde el inicio de la guerra de Ucrania, la OTAN ha desplegado cuatro nuevos batallones en Bulgaria, Hungría, Rumanía y EslovaquiaUnas fuerzas que se suman a las que ya existían en Estonia, Lituania, Letonia y Polonia. En total, hay 40.000 tropas bajo mando directo de la Alianza en el flanco Este, a las que hay que sumar 100.000 soldados estadounidenses estacionados en Europa.

Gasto en defensa en los países de la OTAN

De momento, no hay una estimación oficial de las tropas adicionales de la OTAN que se aprobarán en Madrid específicamente para el Este. El refuerzo a nivel de brigada se desplegará en algunos de los ocho países que ahora tienen batallones, pero no en todos (Stoltenberg no ha aclarado cuáles). Además, no todos los soldados extra se estacionarán de forma permanente en el flanco Este, sino que una parte estarán simplemente "preasignados" para acudir a un país en concreto en caso de ataque.

Para poder financiar este despliegue, los líderes de la OTAN reafirmarán en Madrid su compromiso de alcanzar cuanto antes el objetivo de gastar en defensa al menos el 2% del PIB. La Alianza confía en que España -que ahora mismo está a la cola en inversión militar- haga también algún anuncio en este sentido.

Entrada de Finlandia y Suecia

Stoltenberg todavía cree posible un acuerdo en la cumbre de Madrid sobre la adhesión de Finlandia y Suecia. Los dos países presentaron en mayo de forma conjunta sendas solicitudes para entrar en la OTAN. Un paso que pone fin a su tradicional política de neutralidad militar y cuyo objetivo es protegerse de la amenaza de Rusia: es decir, que no les pase lo mismo que Ucrania.

Sin embargo, lo que se preveía como una entrada acelerada y sin problemas ha chocado con el veto de Turquía. El presidente Recep Tayyip Erdogan acusa a Estocolmo y Helsinki de dar cobijo a activistas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado una organización terrorista tanto por la UE como por EEUU. También critica el embargo militar que los dos países nórdicos han impuesto a Turquía. 

Aunque tanto Finlandia como Suecia alegan que cumplen todos los requisitos para entrar de inmediato en la OTAN, ambos países han aceptado entrar en una negociación directa con Turquía en la que Stoltenberg ejerce de mediador. El diálogo continuará durante la cumbre de Madrid, al máximo nivel, con la esperanza de lograr la fumata blanca.

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