Bruselas

Tres cumbres en un sólo día. Los líderes de la OTAN, el G-7 y la Unión Europea se reúnen este jueves de forma sucesiva en Bruselas con el objetivo prioritario de escenificar la unidad sin fisuras de los aliados occidentales contra la guerra que Vladímir Putin ha desencadenado contra Ucrania, que justo cumple un mes. A todos los encuentros asiste el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que también ha sido invitado de forma extraordinaria al Consejo Europeo.

La coreografía de encuentros ha comenzado esta mañana con la cumbre extraordinaria de los 30 jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Atlántica, que se reúnen en su sede futurista de la capital belga con máximas medidas de seguridad. Su secretario general, Jens Stoltenberg, ha confirmado a su llegada que la OTAN aprobará duplicar el número de batallones multinacionales desplegados en su flanco este para disuadir al Kremlin de cualquier tentación de atacar a un país aliado.

"El primer paso es el establecimiento de cuatro nuevos batallones en la parte este de la Alianza, en Bulgaria, Rumanía, Hungría y Eslovaquia", ha explicado Stoltenberg. "Nos enfrentamos a la crisis de seguridad más grave en una generación y por eso OTAN debe responder. Además, debemos restablecer nuestra postura de disuasión y defensa para el largo plazo", ha subrayado. En la reunión de la OTAN, como también en la de la UE, está prevista la intervención por videoconferencia del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a su llegada a Bruselas este miércoles Reuters

La OTAN acordará aumentar el apoyo militar a Ucrania, con la entrega de sistemas de defensa aérea, armas antitanque, munición y carburante. Pero los aliados volverán a rechazar la principal petición de Zelenski: el establecimiento de una zona de exclusión aérea para impedir los bombardeos rusos. Tampoco hay acuerdo sobre la propuesta de Polonia de enviar a Ucrania una misión de mantenimiento de la paz.

"Hemos dejado claro que no enviaremos tropas de la OTAN sobre el terreno o aviones de la OTAN al espacio aéreo. Lo hacemos porque tenemos la responsabilidad de que este conflicto no escale más allá de Ucrania. Eso causaría incluso más sufrimiento, muerte y destrucción", se ha justificado Stoltenberg.

Jens Stoltenberg habla con la prensa antes del inicio de la cumbre de la OTAN de este jueves UE

"Declarar una zona de exclusión aérea sobre Ucrania significa que tenemos que imponerla. Imponer una zona de exclusión aérea significa que tenemos que atacar masivamente los sistemas de defensa aérea de Rusia en Rusia, en Bielorrusia y en Ucrania y también estar dispuestos a derribar aviones rusos. Y entonces el riesgo de una guerra total entre la OTAN y Rusia sería muy alto y eso causaría más muerte y destrucción", sostiene el secretario general.

La OTAN ha vuelto a advertir a Putin contra cualquier tentación de utilizar armas químicas en la guerra de Ucrania, porque su alcance podría llegar a territorio aliado. Sin embargo, Stoltenberg ha eludido aclarar si esta es una línea roja que desencadenaría la intervención de la Alianza. "Siempre hay un riesgo de contaminación porque los agentes químicos se dispersan por áreas más grandes. Podríamos ver la propagación de agentes químicos en territorio de la OTAN", ha señalado.

El presidente francés, Emmanuel Macron, a su llegada a la cumbre de la OTAN Reuters

La segunda cumbre del día se celebrará también en la sede de la OTAN y reunirá a los líderes del G-7: Francia, Alemania, Italia, Japón, Estados Unidos, Reino Unido y Canadá. El primer ministro japonés, Fumio Kishida, que no participa en ninguna otra reunión, ha viajado expresamente a Bruselas para participar en este encuentro.

La reunión del G-7 estará consagrada a coordinar las sanciones internacionales sin precedentes contra Moscú. La prioridad ahora, más que aprobar nuevas medidas, es cerrar todas las vías de escapatoria para impedir que el Kremlin o los oligarcas próximos a Putin puedan evadir las sanciones.

Los líderes de las grandes potencias occidentales hablarán también de la crisis energética y de la crisis de seguridad alimentaria que podría desencadenar la guerra. Ucrania y Rusia suman el 30% de las exportaciones mundiales de trigo y también tienen una cuota de mercado importante en maíz, cebada y aceite de girasol.

La tercera cumbre del día es la reunión de primavera del Consejo Europeo, cuya agenda se ha cambiado por completo debido a la guerra en Ucrania. Biden participará durante la primera parte de la reunión, entre las 16:30 y las 18:00 horas. "La idea es reafirmar la unidad transatlántica en la actual crisis", explican fuentes diplomáticas. Los líderes europeos y el presidente estadounidense discutirán la evolución del conflicto, cómo apoyar a Ucrania y cómo aumentar la presión sobre Rusia.

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, habla con la prensa en la cumbre de la OTAN Reuters

Sobre la cuestión de las sanciones, los líderes europeos están profundamente divididos. Polonia y los países bálticos reclaman un embargo inmediato al petróleo, el carbón y el gas de Rusia. Alemania y Hungría se oponen. "Hacer esto de un día para otro significaría hundir a nuestro país y al conjunto de Europa en una recesión", afirmó este miércoles el canciller alemán, Olaf Scholz.

Biden, que ya ha decretado un embargo energético contra Rusia, no tiene previsto presionar a los europeos para que sigan sus pasos, pero espera anuncios inmentes de Bruselas para reducir su dependencia del gas ruso. "Nuestra prioridad ahora no está en pedir a Europa que de otro paso en materia de sanciones. Es, más bien, cómo ponemos en marcha una estrategia a corto plazo para ayudar a reducir la dependencia y crear más libertad y flexibilidad para los europeos", ha dicho su asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan.

Por su parte, los Veintisiete le pedirán a Biden que aumente el envío de gas natural licuado a Europa como alternativa al gas ruso. También reclamaran apoyo financiero de Estados Unidos para hacer frente a la acogida de los refugiados de guerra ucranianos.

En las tres cumbres del día, los líderes occidentales abordarán el papel de China en la guerra de Ucrania. "Pedimos a China que se sume al resto del mundo en una condena clara de la invasión de Ucrania por parte de Rusia y que no proporcione apoyo político ni ningún tipo de apoyo militar a la invasión rusa de Ucrania", ha dicho Stoltenberg. La UE celebra una cumbre con China el próximo 1 de abril y quiere coordinar su posición con Biden.

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