La seguridad europea depende de la seguridad de Ucrania y Rusia se enfrentará a graves consecuencias si se atreve a invadir ese país, ha declarado el alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, durante una visita a la región ucraniana del Donbás.

"No es posible una seguridad en Europa sin la seguridad de Ucrania", afirmó Borrell en una rueda de prensa a pocos kilómetros de la línea de separación entre las fuerzas ucranianas y las milicias separatistas prorrusas enfrentadas desde 2014.

El representante de la diplomacia europea aseguró que "cualquier debate sobre la seguridad europea debe incluir a la UE y Ucrania".

Borrell advirtió de que el conflicto en la frontera entre Rusia y Ucrania "está a punto de agravarse y las tensiones se han ido acumulando".

"Rusia ha estado concentrando tropas y equipamiento de un modo muy inusual. Eso sucedió muy rápido", constató, al señalar que la UE, Estados Unidos y la OTAN trabajan en una respuesta conjunta en caso de que Moscú opte por la invasión a Ucrania.

"Nuestra principal preocupación es reducir las tensiones por medio de negociaciones y con nuestra firme posición de apoyo a Ucrania. Cualquier agresión militar contra Ucrania tendrá graves consecuencias", alertó.

Por su parte, el ministro Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, dijo que la visita de Borrell a Donbás es histórica porque "se ha convertido en el primer alto representante de la UE para la política exterior en visitar la zona del conflicto" entre Ucrania y Rusia.

La tensión en Ucrania no es algo nuevo. Y las aspiraciones rusas sobre este territorio tampoco lo son. La guerra híbrida comenzó a gestarse entre octubre y noviembre y, desde entonces, la escalada de reproches entre Rusia, Ucrania, la OTAN y la UE ha ido en aumento.

El pasado 16 de diciembre la UE lanzó un ultimátum a Putin. Cualquier vulneración de la soberanía, la integridad territorial o las fronteras del país vecino tendrá "consecuencias masivas y costes graves" para Moscú, avisaba entonces la declaración conjunta aprobada por los jefes de Estado y de Gobierno de los 27.

También la OTAN celebró por aquellas fechas una reunión de emergencia para debatir la crisis en Ucrania, de la que salió una advertencia con un lenguaje similar al de la UE. "Cualquier nueva agresión contra Ucrania tendrá consecuencias masivas y un alto precio (...) Pedimos a Rusia que retire sus fuerzas de Ucrania de acuerdo con sus compromisos y obligacones internacionales", reclamaban los aliados, tal y como explicó Juan Sanhermelando en este periódico.

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