La apuesta de comprar millones de vacunas a China, pese a su aspiración de entrar en la Unión Europea (UE) en los próximos años, y una buena planificación, ha permitido a Serbia liderar a día de hoy el ritmo de vacunación en Europa continental.

Según los últimos datos, facilitados este viernes por las autoridades sanitarias, el país balcánico ha inyectado ya unas 1,37 millones de dosis entre sus siete millones de habitantes.

Así, casi el 19,6% de la población ha sido ya inoculada al menos una vez, en comparación con el 6,6% de la media de Europa y el 28% del Reino Unido, el líder europeo pero al que Serbia supera si se cuenta el porcentaje de población completamente inmunizado, al haber recibido dos dosis.

Cuatro vacunas

Aunque un 75% de las dosis que ha recibido el país son del fármaco chino Sinopharm, también están disponibles los productos de los laboratorios Pfizer/BioNtech y AstraZeneca, aprobados por la UE, y la vacuna rusa Sputnik V.

A diferencia de otros países, los serbios pueden incluso elegir con cuál quieren vacunarse, aunque en la práctica sólo el fármaco chino garantiza no tener que esperar mucho a ser inmunizado.

En una muestra de esa diversidad, la primera ministra, la europeísta Ana Brnabic, educada en Occidente, recibió BioNTech/Pfizer cuando el pasado diciembre fue la primera persona que se vacunó en el país, para dar ejemplo.

Otros miembros del Gobierno, sin embargo, han optado por la rusa, la china o la de AstraZeneca, para transmitir el mensaje de que todas las vacunas son seguras y eficaces.

Pragmatismo, no geopolítica

"Serbia se ha guiado, ante todo, por el pragmatismo sanitario en la adquisición de las vacunas", explica a Efe Suzana Grubjesic, vicepresidenta de la ONG Centro para la Política Exterior.

"La compra a diferentes productores y países es importante para los ciudadanos, que pueden vacunarse rápido y, además, pueden elegir la vacuna", señala.

Un sanitario prepara una dosis de la vacuna AstraZeneca para un paciente en Belgrado. Efe

Las adquisiciones, siempre a través de contratos bilaterales, muestran, según la analista, que la geopolítica no ha tenido peso en la estrategia sanitaria.

Ayuda china y rusa

Por un lado, dice Grubjesic, Serbia vio que "la UE no enviaría vacunas a los Balcanes Occidentales, como tampoco envió el equipamiento (sanitario) que se esperaba", cuando al inicio de la pandemia lograr mascarillas o respiradores era todo un desafío.

Mientras la UE prohibía la exportación de material sanitario, llegaron a Serbia mascarillas, aparatos de respiración y personal médico enviados por Rusia y China, países con los que Belgrado mantiene estrechas relaciones políticas y económicas desde hace décadas.

"La UE ha dejado que China le eclipse en los Balcanes", señala Grubjesic, aunque sin olvidar que Bruselas ha seguido prestando ayuda financiera a la región.

Cita previa 

El proceso de vacunación se ha organizado a través de una plataforma online para pedir cita previa, aunque puede hacerse también por teléfono, en los numerosos centros de inoculación abiertos en el país.

Al registrarse se puede indicar la vacuna que se prefiere, aunque muchos ciudadanos cambiaron a la china tras darse cuenta de que el plazo de espera era menor.

Con Sinopharm el período de espera es de apenas tres o cuatro días para la primera dosis y tres semanas más para la segunda.

Branko Jovanovic, un jubilado de 67 años que ya ha recibido las dos dosis de la vacuna china, aplaude la organización de la campaña, que ha sorprendido a muchos fuera y dentro del país.

"Este pequeño país, con un Gobierno al que me gusta criticar, lo ha hecho en esta caso lo mejor que ha podido. No tuve que esperar ni un minuto cuando fui a vacunarme. Como si estuviera en Suiza o en Francia", cuenta a Efe.

Ayudas al exterior

Aparte de la rapidez en vacunar a sus propios ciudadanos, Serbia ha sido capaz también de ayudar a sus vecinos, donando 8.000 dosis del fármaco de Pfizer/BioNTech a Macedonia del Norte y 4.000 de Sputnik V a Montenegro, que gracias a esa asistencia pudieron iniciar sus propias campañas de vacunación.

También ha ayudado, con 5.000 vacunas, a la vecina Bosnia-Herzegovina.

Además, cualquier ciudadano serbio que viva en el exterior tiene derecho a viajar a Serbia para vacunarse allí sin necesidad de estar dado de alta en la seguridad social serbia.

Muchos contagios

Pero paralelamente al éxito de la campaña de vacunación, los contagios también están subiendo y el miércoles se contabilizaron 3.460 nuevos casos, la cifra diaria más alta en seis semanas.

Con 3.776 pacientes hospitalizados y 152 en respiradores, la situación está lejos de ser estable.

Los cafés, restaurantes, centros comerciales, gimnasios o teatros de Serbia han logrado mantenerse abiertos, si bien con horarios reducidos y medidas de precaución.

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