Cuatro personas han muerto además de uno de los atacantes y una quincena han resultado heridas en una cadena de atentados con armas de fuego cometidos este lunes en seis puntos del centro de Viena, según han confirmado los servicios sanitarios de la capital. 

La Policía continúa buscando "al menos a un terrorista islamista", al tiempo que las autoridades han pedido a los ciudadanos que no salgan de casa a menos que sea imprescindible. "El segundo agresor sigue a la fuga", ha señalado el ministro de Interior de Austria, Karl Nehammer, que por primera vez utilizó la palabra "islamista" en relación con este atentado.

Fichado por servicios de inteligencia

Según medios austriacos, el terrorista abatido de Viena ha sido identificado como Kurtin Fejzulai, un joven de 20 años nacido en Austria e hijo de inmigrantes albaneses de Macedonia del Norte. Estaba fichado por los servicios de inteligencia por ser uno de los 90 islamistas austriacos que quería viajar a Siria.

El 25 de abril de 2019 fue condenado a prisión por intentar viajar a Siria para unirse al grupo terrorista Estado Islámico junto a otras 90 personas y el pasado 5 de diciembre fue puesto en libertad condicional anticipada, en base a los privilegios con concede a un joven adulto la Ley de Tribunales Juveniles (JGG), indicó APA.

La policía continúa su investigación y con la búsqueda del terrorista fugado, partiendo de la base de que fueron dos hombres los implicados aunque sin descartar que pudieron haber participado más personas en el crimen. 

"El segundo agresor sigue a la fuga", dijo Nehammer en rueda de prensa y precisó que el atacante era un "seguidor del Estado Islámico", en referencia al grupo yihadista de Oriente Medio. "El terror y la violencia no pueden tener lugar. Con ataques de este tipo no nos van a quitar nuestros derechos y libertades", sentenció el ministro.

Ejército

Entre los fallecidos en el atentado se encuentra uno de los terroristas. El otro se fugó tras el ataque y un enorme despliegue de las fuerzas de seguridad, con 250 comandos de los cuerpos especiales, agentes antiterroristas, así como cientos de policías comunes apoyados por helicópteros, rastrean el centro de Viena en su búsqueda.

La operación incluye el control de las fronteras de Austria y se han activado también a las fuerzas especiales del Ejército, los Jagdkommando, que han asumido la vigilancia de edificios públicos de Viena para liberar a los agentes de policía allí destinados.

El atentado, el primero que sufre Viena en 35 años, comenzó con un tiroteo sobre las 20.00 (19.00 GMT) en una céntrica calle de donde se ubica la principal sinagoga de Viena, que estaba cerrada en ese momento, y muy cercana a una frecuentada zona de bares.



Desde ahí, los agresores se desplazaron por el centro de la ciudad, ametrallando indiscriminadamente a quienes ocupaban las terrazas de los locales. Siete policías usaron anoche sus armas y uno de los agresores fue neutralizado a las 20:09 horas.



Tres civiles -dos hombres y una mujer- murieron por los disparos de los atacantes, mientras que otras quince personas se encontraban hoy hospitalizadas tras resultar heridas, algunas de ellas graves.

"Es el día más difícil"

"Es el día más difícil para Austria en muchos años", ha afirmado el ministro del Interior, Karl Nehammer y ha pedido a los habitantes de Viena que no salgan a la calle e incluso permitirá que los niños no vayan mañana a clase.



"Si es posible, quédense en casa. Eviten el centro de la ciudad", ha solicitado Nehammer en una comparecencia en la madrugada de este martes en la que confirmó que uno de los atacantes fue abatido por la Policía y que, al menos otro, se dio a la fuga.

Los ataques se produjeron en seis puntos diferentes del casco antiguo, entre ellos en la calle donde está la principal sinagoga de la ciudad. Respecto a la identidad y la motivación de los atacantes, las autoridades han dicho que aún es pronto y que la situación aún no está clara.



La sinagoga en cuyas cercanías se produjo el ataque estaba cerrada en el momento del asalto. Este templo fue ya objetivo de un atentado en 1981 que dejó dos muertos. Además, cerca de la sinagoga hay un conocido espacio de ocio nocturno con varios locales y en torno de las 20.00 hora local (19.00 GMT) al menos un supuesto terrorista empezó a disparar contra la gente sentada en las terrazas.

Dispositivo policial en Viena. Reuters

Cientos de disparos

Testigos de los hechos, como el rabino Schlomo Hofmeister, ha señalado en declaraciones a Efe que escuchó "un centenar de disparos" en los primeros instantes del ataque. "Al menos un atacante disparó contra la gente que estaba sentada delante de los bares y restaurantes. La gente salió en pánico corriendo hacia el interior pero el atacante les siguió y disparó también en el interior", relata Hofmeister.



Vídeos que circulan en las redes sociales, grabados por vecinos desde sus casas, muestran cómo un atacante dispara contra un transeúnte, justo enfrente de la entrada principal de la sinagoga.



Por su parte, el presidente de la comunidad judía de Viena, Oskar Deutsch, ha señalado a la televisión pública ORF que la sinagoga estaba cerrada en el momento del ataque, al igual que las oficinas de la comunidad y el colindante restaurante kosher, por lo que excluyó un ataque exclusivo contra esa minoría.

En otro vídeo, grabado desde el interior de un restaurante en la Plaza de Suecia (Schwedenplatz), se ve como un agente de la policía de Viena cae abatido por disparos de un fusil semiautomático.

La policía de Viena chequea a una persona en Viena tras el ataque. Reuters

Cientos o miles de personas se refugiaron en los interiores de los locales y restaurantes cercanos a la sinagoga y también en la catedral de Viena ante los disparos de los atacantes. Jasmin, una vienesa de 17 años de edad, explica desde el interior de un restaurante del centro de Viena que en torno a las 20.00 horas vio cómo la gente empezó a salir corriendo de la zona.



"Y de repente aparecieron muchos policías fuertemente armados, que instaron a la gente a meterse dentro de los restaurantes", relata la joven, que cerca de la medianoche seguía en el interior del restaurante situado a pocos metros del inicio del ataque armado.

"Ataque cobarde"

Varios dirigentes han trasladado su malestar por los ataques. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha condenado "enérgicamente" este lunes la serie "cobarde" y "horrible" de ataques perpetrados en el centro de Viena. "Europa condena enérgicamente este acto cobarde que viola la vida y nuestros valores humanos. Mis pensamientos están con las víctimas y la gente de Viena tras el horrible ataque de esta noche. Estamos con Austria", ha tuiteado el presidente del Consejo, que representa a los países de la UE.

Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha lanzado un mensaje de solidaridad con el pueblo austríaco tras los ataques registrados y ha manifestado su voluntad de no ceder ante el terrorismo, después de que el país haya sufrido varios ataques de esta índole el pasado mes: "Después de Francia, atacan a un país amigo. Es nuestra Europa. Nuestros enemigos deben saber a quién se enfrentan. No cederemos en nada", ha escrito Macron en Twitter.

En España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha trasladado su solidaridad con el pueblo austriaco tras el "ataque terrorista" y ha asegurado que Europa permanecerá "firme ante el terrorismo".

En un mensaje en su cuenta en la red social Twitter, Sánchez ha indicado que está siguiendo la información que llega desde Viena en lo que ha calificado como "una noche de dolor ante un nuevo ataque sin sentido".

El último atentado terrorista vivido en Viena fue el 29 de agosto de 1981, precisamente contra la sinagoga central (Stadttempel), donde un comando de terroristas palestinos mató a dos personas.



La capital austríaca, con cerca de 2 millones de habitantes, es uno de los tres centros de Naciones Unidas y sede de otros organismos internacionales, como la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) o la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE). Desde hace varios años, la ciudad lidera las listas internacionales de calidad de vida, entre otros, también por la seguridad ciudadana y la ausencia de ataques terroristas.

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