Roma

Los italianos están instalando masivamente en sus móviles Immuni, la aplicación oficial del Gobierno transalpino para protegerse del coronavirus. Contra todo pronóstico, la app está siendo un éxito tanto en los sistemas Android como iOS, con más de 1 millón de descargas en las primeras 48 horas desde su lanzamiento.

El producto, desarrollado por la italiana Bending Spoons y encargado por el Ministerio de Sanidad del país, apunta a que los ciudadanos itálicos sean conscientes de si han estado en contacto con personas positivas al coronavirus; para que, eventualmente, puedan tomar medidas de precaución para sí mismos y para los demás.

La idea es que cuantos más usuarios instalen la app, mejor. Por eso el Gobierno transalpino tiene prevista una campaña de promoción para los próximos cuatro meses.

El estreno de la aplicación llega más de 100 días después del comienzo de la epidemia en Italia, el 21 de febrero, marcando así el arranque de la misma también en Europa. El país con forma de bota ha sido el primero del Viejo Continente en aplicar el confinamiento generalizado para todos sus ciudadanos y, actualmente, se encuentra ya en la última fase de desescalada, donde igualmente seguirán prohibidas las aglomeraciones. Tres meses después de la pandemia, Italia contabiliza más de 160.000 curados, casi 34.000 fallecidos y menos de 39.000 positivos actuales.  

¿Cómo funciona Immuni? En primer lugar, la descarga y activación de la app es libre y voluntaria. En segundo lugar, la aplicación, a través de la tecnología bluetooth, permite a los usuarios tener información acerca de si han estado en contacto con personas positivas en coronavirus a menos de 2 metros de distancia y por más de 15 minutos.

Test a los sospechosos

Aquellos individuos que reciban notificaciones acerca de un eventual contagio, podrán pedir ayuda médica y solicitar un test diagnóstico. Este lunes 8 de junio arrancará la primera fase de experimentación en cuatro regiones italianas: Apulia, Las Marcas, Umbría y Liguria.

La aplicación estará a disposición de los italianos para ayudarles en la actual fase de convivencia con el coronavirus, donde seguirán siendo obligatorias las mascarillas, los guantes, los desinfectantes y la distancia interpersonal; sobre todo en los lugares públicos cerrados.

Muchos italianos, al principio, dudaron del proyecto porque temían consecuencias desde el punto de vista de la privacidad. Sin embargo, según lo explicado en los últimos días por los medios de comunicación del país, el sistema informático de la aplicación “no almacena datos personales acerca de la identidad o la posición de los usuarios”, tal como recuerda incluso la página web oficial de Immuni.    

Polémicos iconos

La nueva aplicación, esta semana se ha visto acompañado por una importante polémica y no precisamente por su funcionamiento. La controversia es de carácter simbólico, ya que el equipo de diseñadores gráficos de la app, en un primer momento, no dudó en representar a los hombres y a las mujeres de forma sexista en los iconos que ilustran a la aplicación. En la primera versión, antes de la polémica y la consiguiente corrección, se podía observar a un hombre usando un portátil y a la mujer cuidando a un bebé. Todo ello, en un contexto en el que el portátil es el símbolo por antonomasia –en estos tiempos, especialmente– del teletrabajo.   

Las reacciones públicas de los partidos italianos han sido fundamentalmente unánimes, desde la izquierda hasta la derecha, en contra de los iconos elegidos. “A priori, todos estamos de acuerdo acerca de que la igualdad entre hombres y mujeres es un desafío de nuestro tiempo. Pero al ver las imágenes de la aplicación Immuni entiende que los estereotipos persisten y pueden agravarse”, dijo estos días la senadora socialista Roberta Pinotti.

En la misma línea, la vicepresidenta de la Cámara de los Diputados, Mara Carfagna, del partido de centroderecha de Silvio Berlusconi: “Los iconos de la app representan a los dos géneros dentro del ámbito doméstico de forma discriminatoria”. Las críticas han sido tan duras en las redes sociales y en el mundo político italiano, que la corrección ha sido rápida y, paradójicamente, aún más acertada. En la nueva versión, con los dibujos modificados, se ve a la mujer trabajando con el portátil y al hombre cuidando de un bebé.

El error garrafal, más allá del diseño gráfico rápidamente corregido, ha dado pie en Italia a una serie de reflexiones, en la prensa del país, acerca de la efectiva igualdad entre géneros en el seno de la sociedad transalpina.

“No es sólo el problema de un dibujo, sino de cuánto éste desvele acerca de la cultura italiana”, escribió hace unos días el conocido diario itálico La Repubblica en un artículo de opinión: “Estamos todavía frente a una cultura que, no obstante las numerosas batallas, investigaciones y estudios; sigue colonizada por estereotipos de género arcaicos, sexistas y obsoletos. Si la cultura no cambia, es inútil esperar a que cambien costumbres, mentalidades y prácticas”.

Y añade: “De otro modo, servirá de bien poco protestar cuando nos encontremos frente a imágenes que continúan identificando a la mujer como madre y al hombre como el responsable de llevar a casa el sueldo todos los meses”.           

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