Bruselas

La ambición de la UE de liderar el combate mundial contra el cambio climático ha acabado este viernes en fiasco absoluto. El Pacto Verde Europeo que acaba de presentar a bombo y platillo Ursula Von der Leyen para contrarrestar el negacionismo de Donald Trump no ha resistido su primera prueba de fuego. Los líderes europeos han sido incapaces de ponerse de acuerdo en el objetivo de que la UE se convierta en el primer continente en bajar las emisiones a cero en 2050 debido al veto de Polonia. La discusión se aplaza a junio de 2020.

"Finalmente, no ha habido acuerdo unánime. Polonia ha mantenido su bloqueo. El debate sobre el cambio climático se aplaza hasta junio", han explicado fuentes diplomáticas. El Gobierno de Varsovia, cuya economía depende del carbón, reclamaba más ayudas europeas para financiar la reconversión verde y más tiempo para alcanzar la neutralidad climática. El fondo de 100.000 millones de euros propuesto por Von der Leyen para asistir a los países y regiones más rezagados no ha sido suficiente para convencer a Polonia. Sobre todo porque no ha explicado de dónde saldrá el dinero.

Pese a este fracaso sin paliativos, el recién estrenado presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha proclamado que sí que hay un acuerdo en la UE, ignorando la posición del quinto Estado miembro más grande. "Hemos tomado una decisión muy importante porque consideramos que este objetivo de la neutralidad climática en 2050 es nuestra meta común. Pero al mismo tiempo es correcto que para un Estado miembro en este momento no es posible comprometerse a aplicar este objetivo", se ha justificado.

"Reconocemos que Polonia, que tiene regiones totalmente dependientes del carbón, tiene que hacer una transición muy grande y deberá acelerar. Necesita más tiempo para examinar los detalles. Pero eso no cambiará el calendario de la Comisión", ha sentenciado la nueva presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, que también da por cerrado un acuerdo inexistente.

Para lo único que ha servido el Consejo Europeo es para dejar a Varsovia aislada. Al principio de la cumbre, el Gobierno polaco contaba con el apoyo de Hungría y República Checa. Pero estos dos países han levantado sus reservas al objetivo de emisiones cero en 2050 tras lograr garantías escritas de que la UE podrá financiar proyectos de energía nuclear, que era su prioridad en la negociación.

Varsovia sostiene que ha quedado exenta

"El Consejo Europeo reconoce la necesidad de garantizar la seguridad energética y respetar el derecho de los Estados miembros para decidir su cesta energética y escoger las tecnologías más apropiadas. Algunos países han indicado que usan la energía nuclear como parte de su cesta energética nacional", dice el texto de conclusiones aprobado en la cumbre. El bando antinuclear, Alemania, Austria y Luxemburgo se oponían a esta mención pero han acabado cediendo.

El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, ha hecho una interpretación radicalmente opuesta de los resultados de la cumbre y sostiene que Varsovia ha logrado quedar exenta del objetivo de neutralidad climática en 2050. "Lo alcanzaremos a nuestro propio ritmo. Estas negociaciones no han sido fáciles, pero esta excepción se ha incluido en las conclusiones", ha dicho en rueda de prensa al término de la reunión.

"Es esencial recordar que, por ejemplo en Polonia, los costes de la transición energética son más altos que en otros países que fueron más afortunados en el pasado y tuvieron la suerte de gestionar sus economías con una mayor variedad de fuentes energéticas", avisaba ya Morawiecki antes del inicio de la cumbre. "Queremos una transición energética justa que tenga en cuenta los costes económicos y sociales, pero el ritmo de la transición debe ser diferenciado", ha agregado.

Su homólogo húngaro, Viktor Orbán, insistía también en que "necesitamos que se nos garantice que tendremos una contribución financiera a nuestros esfuerzos". "Conectado con esto, no queremos que se pongan obstáculos a la energía nuclear. La UE debería parar todas las críticas contra la energía nuclear y los países que la usan, porque es esencial para una Unión libre de carbono", ha resaltado.

¿Es la nuclear una energía limpia?

"Sin energía nuclear no es posible para la República Checa", coincide su primer ministro, Andrej Babis. Para sostener su argumento, ha recurrido a los datos de las 7:15 de este jueves. A esa hora, Francia producía el 63% de su energía de sus nucleares, mientras que Polonia producía el 68% de su energía del carbón y en República Checa la proporción era 37% del carbón y 32% de nuclear, ha explicado.

El primer ministro checo se queja de la hipocresía de países como Austria, que se opone a la energía nuclear y al mismo tiempo recibe un 25% de su energía de República Checa. "Esta es la discusión que debemos tener, porque la energía nuclear es una energía limpia, sin emisiones", sostiene. Para su país, según ha dicho, la reconversión verde tendrá un coste de entre 30.000 y 40.000 millones de euros.

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha defendido también la energía nuclear como parte de la transición. "Para los países que deben salir de un 100% de carbón, está claro que no podrán pasar de un día a otro a un 100% renovables. No es posible, porque la renovable es una energía intermitente. Y por eso en su solución deberán pasar, si lo desean y hay consenso político, a una cuota de nuclear", sostiene Macron.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha defendido una posición de "liderazgo y máxima ambición en materia de cambio climático", según explican fuentes de Moncloa. Pero el fiasco esta madrugada en Bruselas podría arrastrar también a la cumbre del clima que se cierra este viernes en Madrid. "Si la UE no tira del carro en la COP25 va a ser difícil lograr compromisos a nivel global", admiten las fuentes consultadas.