El presidente francés, Emmanuel Macron, prepara la reforma de las pensiones que su primer ministro, Édouard Philippe, presentará en detalle el miércoles bajo la presión de una huelga masiva en los ferrocarriles y el transporte metropolitano que se va a prolongar.

El secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT) y líder de la oposición a la reforma, Philippe Martinez, afirma en una entrevista publicada por Le Journal du Dimanche que seguirán con la protesta "hasta la retirada" de la reforma, y que no bastará con cesiones como las que ya dejó caer Martinez el viernes.

El primer ministro, que dijo entonces que el periodo de transición hacia un sistema de pensiones por puntos podría ser más largo de lo inicialmente previsto, advierte en declaraciones al mismo dominical que está decidido a llevar la reforma "hasta el final".

Porque "si no se hace ahora una reforma profunda, seria y progresiva, mañana vendrá otro que hará una brutal, verdaderamente brutal".

El alto comisario para la reforma de las pensiones, Jean-Paul Delevoye, y la titular de Sanidad y Seguridad Social, Agnès Buzyn, cerrarán este lunes la concertación con las organizaciones sindicales y patronales sobre la unificación de los 42 regímenes de pensiones actuales en un sistema por puntos en que cada euro cotizado dé los mismos derechos en el momento de la jubilación.

Para el ciudadano de a pie, tras la prueba de fuerza sindical del pasado jueves en que cientos de miles de personas salieron a la calle contra la reforma -800.000 según la policía, 1,5 millones según la CGT-, los paros en el transporte son el signo bien visible del pulso que se mantiene desde entonces.

Este domingo sólo circulaba, de media, uno de cada seis trenes de alta velocidad (TGV), un 10% de los otros de largo recorrido, un 15 % de los cercanías de París y un 20% de los regionales.

En las líneas internacionales, no había ningún tren entre Francia y España o entre Francia e Italia y entre Francia y Alemania sólo uno de ida y vuelta entre París y Stuttgart.

Se han suprimido también el 90% de los servicios con Suiza, la mitad de los Eurostar a Londres y un tercio de los Thalys a Bélgica y Holanda.

En cuanto al transporte metropolitano de París, 14 de las 16 líneas del metro estaban cerradas. Las únicas que permanecían en servicio son las dos automáticas, la 1 y la 14. Apenas había tranvías en funcionamiento, un 50% de los autobuses y los trenes a los dos aeropuertos tenían horario limitado y con mucha menor frecuencia de lo habitual.

La Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF) ha pedido a sus usuarios que, en la medida de lo posible, no acudieran a las estaciones el lunes porque al no poder poner prácticamente ningún tren, la situación en los andenes dada la afluencia podría ser peligrosa.

El primer ministro admitió que no tiene esperanzas de que su comparecencia del miércoles ponga fin a los paros -"no creo en los anuncios mágicos"-, sobre todo porque el martes los sindicatos han convocado una nueva jornada de manifestaciones para demostrar en la calle el apoyo contra la reforma.