Roma

Una persona influyente a nivel mundial no tiene por que ser un político, un líder espiritual o un magnate. De hecho, ése no es el caso de Piera Aiello (Partanna, 1967) quien, según la lista recién elaborada por la cadena británica BBC, es una de las 100 mujeres más influyentes del mundo. Además, la única italiana.

Su difícil adolescencia debido a la mafia, su lucha contra el crimen organizado y su entrada en política han sido elementos más que solventes para la radiotelevisión anglosajona a la hora de nombrar a Aiello como una de las mujeres más inspiradoras del planeta, entre otras cosas, porque es la primera colaboradora de justicia que se convierte en miembro del Parlamento italiano.

"Para mí es un gran honor haber sido nombrada junto a estas grandes mujeres frente a las que me siento muy pequeña", explica Aiello: "Agradezco a la BBC que haya creído en mi batalla contra la mafia, aunque yo no haya hecho nada extraordinario, tan sólo aquello que tendría que hacer cualquier ciudadano honesto".

Y añade: "Si este reconocimiento es parte de una etapa que me allana el camino en la lucha contra las mafias bienvenido sea". Según ella, "volvería a hacer todo lo que hice excepto, a lo mejor, aceptar un programa de protección de testigos que me ha obligado a renunciar a todo, también a mi juventud", explica la hoy diputada que ya está trabajando para evitar el "alto precio" que tienen que pagar los colaboradores de justicia por "las culpas de otros".

Noviazgo forzado

Con tan sólo 14 años fue obligada a ser la novia de Nicolò Atria, mafioso hijo de un importante capo de la mafia, Vito Atria, quien eligió personalmente la futura mujer de su hijo. Se casarán cuando ella tenía 18 años, en noviembre de 1985. Pero pocos días antes del matrimonio, su suegro Vito Atria fue asesinado delante de ella, algo que luego se volverá a repetir con su marido algunos años después, cuando éste seguía buscando venganza para su padre.

Todo cambiará para ella en 1991, cuando Piera tuvo la ocasión de conocer a Paolo Borsellino, el célebre juez antimafia asesinado por cosa nostra en 1992 que ella llamaba "Tío Paolo". A partir de ese momento Aiello empezó a ser una colaboradora de justicia, pero estuvo obligada a dejar su tierra, Sicilia, y vivir con protección como hasta hoy.

A principios de los 90 empezó a vivir en Roma junto a Rita, la hermana de Nicolò Atria, quien nunca estuvo de acuerdo con la actividad criminal de su familia. De hecho, Rita empezó también a colaborar con la Justicia explicando las dinámicas ilegales de los Atria.

Tal como explica estos días el periódico italiano Il Fatto Quotidiano: "Estas dos mujeres, juntas, representaron el rostro limpio de Sicilia, de aquella tierra entonces tomada por la mafia que demostraba toda su violencia". Rita Atria, sin embargo, una semana después del asesinato al juez antimafia Paolo Borsellino, decidió quitarse la vida con tal sólo 17 años. Nadie de su familia fue a verla en su funeral.

Candidata fantasma

En las últimas elecciones generales en Italia, en marzo de 2018, Piera Aiello era conocida en la prensa como la candidata "fantasma", porque en todo momento tuvo que cubrirse el rostro con un velo debido a las amenazas de la mafia, lo cual le impedía hacer su vida con normalidad, incluso como aspirante parlamentaria. Entre otras cosas porque su candidatura tuvo lugar precisamente en la provincia siciliana de Trapani, que no es sólo su tierra de origen, sino zona de control de uno de los mafiosos fugitivos más importantes de Italia, Matteo Messina Denaro, desaparecido desde 1993 y considerado desde el año 2006 el nuevo jefe de cosa nostra.

Tras haber logrado un escaño en la Cámara de los Diputados con el partido anti establishment del Movimiento 5 Estrellas (M5E), siguió manteniendo su anonimato. De hecho, no hubo ningún cartel de propaganda electoral que mostrara sus facciones. Ni siquiera en su carnet de diputada, al principio, había alguna foto de ella. El año pasado Aiello, sin embargo, decidió mostrar su verdadera identidad a la opinión publica.

Hoy en día lleva 28 bajo protección, pero en el momento de mostrar su cara, explicó: "Con mi candidatura he vuelto a apropiarme de mi tierra, que me quitaron hace casi tres décadas. Volví a apropiarme de mi nombre cuando entré en la Cámara de los Diputados". Y añadió: "Ahora, aquí en mi tierra, he vuelto a apropiarme también de mi rostro", explicó Aiello la primera vez que se dejó fotografiar en presencia de la prensa. "No tengo ninguna foto con mis hijos, sólo cuando eran recién nacidos. Hoy en día no tengo ningún selfie con ellos". En la actualidad, pertenece a la Comisión Parlamentaria Antimafia.

En una entrevista concedida a la edición italiana de El Huffington Post, admite que este nombramiento le sonroja: "No me siento nada mediática, me gusta trabajar en las cosas pequeñas y hacer las cosas correctas. Me siento una mujer del pueblo, cercana a las personas necesitadas y no sólo a los testigos protegidos".

Proyecto de ley

En estos momentos, Aiello está tratando de llevar hacia adelante un proyecto de ley para proteger a este colectivo muy sensible desde el punto de vista de la seguridad, pero claro, la política tiene su propio funcionamiento: "La política, para alguien que no conoce qué son los compromisos, no es fácil. Al principio lo veía todo negro, porque era una dimensión que no me pertenecía y, de hecho, me pertenece muy poco también ahora. Pero he encontrado colegas muy trabajadores y colaboradores".

La lista de la BBC tiene en consideración a abogadas de los derechos civiles, fubolistas, economistas, deportistas, académicas, periodistas, docentes, cirujanas, arquitectas, bailarinas y empresarias, entre otras profesiones. Los países representados en la lista de las 100 mujeres más influyentes del mundo son: Turquía, Yemen, Islas Filipinas, Siria, Túnez, Egipto, Sri Lanka, India, Tanzania, Francia, Estados Unidos, Pakistán y Mauritania, entre otros.

Con estas palabras el periódico Il Fatto Quotidiano explica la importancia del nombramiento de Piera Aiello: "Es la mujer que todos recuerdan por su valentía de entonces, de hoy y que sin duda tendrá en el futuro. Es el rostro de una antimafia sana y no hecho sólo de eslóganes. Ya es un hecho también para el resto del mundo. Este reconocimiento, junto a su historia, son un mensaje de fe y esperanza: se puede luchar contra la mafia y las mujeres tienen la fuerza para poner de su parte".