Al proyecto europeo le ha salido un nuevo enemigo. Está en España y se llama VOX. La irrupción del partido de Santiago Abascal en el escenario político español –gracias a sus flamantes doce escaños en el Parlamento de Andalucía- ha de ser música para los oídos de las figuras internacionales que prefieren ver débil a la Unión Europea. A saber, el presidente estadounidense Donald Trump y el presidente ruso Vladimir Putin.

En el programa electoral de VOX, el apartado dedicado a la política internacional se hace esperar hasta el final. Pero lo último, por poco que sea, no siempre es lo menos importante. En las apenas cinco ideas internacionales que presenta VOX en su programa hay dos conceptos clave: soberanía y bilateralidad.

Abascal y compañía quieren que España recupere soberanía, olvidando los beneficios de la cesión a instancias europeas de la capacidad de decisión en determinadas áreas. También quieren “incidir en la bilateralidad en las relaciones internacionales”, según se lee en programa de VOX, concretamente en el punto número 99 de los 100 del citado documento. Aquí, en el partido de Abascal parecen ignorar que frente a actores internacionales de dimensiones como Estados Unidos, España por sí sola carece de capacidad para hacer que la Casa Blanca del 'America First' ceda en eventuales negociaciones.

Para Josef Janning, director de la oficina en Berlín del Consejo Europeo de Relaciones Internacionales (ECFR), los partidos europeos de ultraderecha, como VOX en España, Alternativa para Alemania (AfD) en el país de Angela Merkel o la Agrupación Nacional (AN) de Marine Le Pen en Francia, se equivocan al poner el énfasis en la soberanía. “España lo primero”, según el lema de VOX, no tiene por qué ser lo mejor para España en la escena internacional.

“Estos partidos siempre dicen que ceder soberanía es una debilidad, como si las decisiones que se toman en Bruselas las tomaran gente desconocida, aunque las tomen los jefes de los gobiernos de los estados miembros”, recuerda Janning a EL ESPAÑOL. En este sentido, Abascal se ha pronunciado a favor del brexit, que en su día definió como un “'no' a la Europa de los burócratas y los lobbistas y un 'sí' a la libertad y a las naciones europeas”. No piensa el líder de VOX que, con el Brexit, en Europa “nadie gana y todos pierden”, según ha lamentado la canciller alemana Angela Merkel.

“La UE no está ahí para eliminar a los estados nacionales, sino para proteger y fortalecer a los países europeos. España sola, en una negociación internacional de orden económico, es mucho más débil que cuando está unida al resto de países europeos”, según Janning. “Los nacionalistas que quieren salvar la nación recuperando la soberanía en realidad están haciendo lo contrario. Sin Europa, nuestros estados son mucho más débiles que cuando están en la Unión Europea”, abunda este experto.

El afán de VOX y otros partidos de la ultraderecha europea por que sus países recuperen competencias en detrimento de la UE ha de verse con buenos ojos en Washington y Moscú. No es un secreto que “la actual estrategia internacional de Estados Unidos y también la de Rusia consiste en debilitar a la Unión Europea”, según el experto del ECFR.

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Puede que Abascal y compañía se sientan legitimados en su acción porque se suman a toda una corriente emergente de partidos en Europa que, entre otras cosas, son en mayor o menor medida euroescépticos, más o menos desacomplejados en su nacionalismo, están deseosos en muchos casos de recuperar valores tradicionales y, siempre, anhelan dureza en materia de inmigración. Sobre líneas políticas muy similares juegan Donald Trump en Estados Unidos y Vladimir Putin en Rusia.

La “quinta columna de Putin” 

Con las ideas que mueven la Rusia de Putin, estos partidos europeos “tienen mucho en común, como ocurre en realidad con cualquier discurso de ultraderecha”, señala desde Moscú a EL ESPAÑOL Andrei Kolesnikov, experto del Fondo Carnegie para la Paz Internacional, un think tank especializado en asuntos internacionales. Por eso puede hablarse de la existencia en Europa de una “quinta columna de Putin”.

No han de ser tampoco muy diferentes las ideas de VOX a las que llevaron al poder a Trump cuando todo parece indicar que el partido de Abascal formará parte de El Movimiento. Así se llama la actual aventura política en Europa de Steve Bannon, quien fuera asesor clave de Donald Trump en su camino a la Casa Blanca.

“Hemos seguido muy de cerca la evolución de VOX en España y, para lo que queremos hacer en Europa, VOX es un partido que va en la buena dirección. Estamos preparados para recibirlos”, dicen a EL ESPAÑOL fuentes de El Movimiento en Bruselas. A este periódico, Rafael Bardají, interlocutor de VOX con Bannon, destacaba este verano la importancia de El Movimiento. “No podemos creernos que España lo es todo y que podemos progresar aislados del resto”, indicaba Bardají a EL ESPAÑOL.

En palabras de los responsables de El Movimiento, los partidos que interesan al selecto grupo de Bannon en la capital comunitaria son “partidos eurocríticos, soberanistas y populistas”. Ideas como acercar “Europa a los Estados Unidos” de Trump están en la agenda del grupo de ultraderechistas europeos inspirados por Bannon, pero “no son una prioridad”, dicen en Bruselas. Más relevantes para estas formaciones interesadas en lo que El Movimiento les pueda ofrecer serán las elecciones de europeas de 2019.

Takis Pappas, politólogo y profesor de la Universidad de Helsinki y de la Universidad Central Europea de Budapest, se muestra escéptico ante las posibilidades de los partidos de ultraderecha en los próximo comicios europeos. Bannon ya fracasó en su idea de traerse a Europa 'Breitbart News', el brazo mediático con el que alzó a Trump al poder.

¿Demasiados partidos de ultraderecha?

“Bannon puede ser alguien muy inteligente y puede tener una agenda muy clara contra la integración europea, pero cuando uno piensa en partidos populistas de derechas en Europa, hay tantos y son tan diversos que no pueden unirse, tienen agendas muy diferentes”, apunta a EL ESPAÑOL Pappas, autor de un libro titulado Populism and Liberal Democracy o “Populismo y Democracia Liberal” que será publicado en 2019 por la prestigiosa editorial Oxford University Press. “De hecho, creo que Bannon no ha logrado unir, hasta ahora, a dos o tres partidos en El Movimiento. Y eso que las elecciones son en mayo. No es demasiado pronto”, añade.

Sin embargo, él no tiene dudas de que esos partidos atacan a Europa, aunque de distinto modo. “Unos atacan los valores de la democracia liberal, como los que están en el poder en Hungría o Polonia, otros la integración, como los favorables al brexit, y otros, por ejemplo, atacan las políticas de libertad de movimiento”, abunda Pappas.

Para el proyecto europeo, que actualmente los expertos reconocen “en dificultades”, el colmo sería que sus enemigos internos lograran aunar fuerzas. Eso es lo que desearían ver los responsables de El Movimiento. A Trump y a Putin, eso también les interesa.