Bruselas

Faltan más policías nacionales especializados en la lucha contra la inmigración ilegal; una formación adecuada en detección de documentos falsificados y en idiomas como el francés o el árabe; y equipos modernos por ejemplo para recoger huellas dactilares. La Unión Europea ha detectado deficiencias "graves" en el control de las fronteras exteriores en España y acaba de enviar a Madrid una lista con 66 recomendaciones concretas para subsanarlas. El Gobierno de Pedro Sánchez dispone ahora de un plazo de tres meses para remitir a Bruselas un "plan de acción" con el objetivo de corregir todos los problemas identificados.

Las deficiencias fueron descubiertas durante la evaluación que ha hecho la Comisión Europea de la aplicación por parte de España de las normas del espacio Schengen en materia de gestión de las fronteras exteriores. Este tipo de exámenes se realizan cada cinco años en todos los países de la UE. España ha salido relativamente mejor parada que otros Estados miembros, aseguran a EL ESPAÑOL fuentes europeas. El informe final del Ejecutivo comunitario, que se refiere al año 2017, es secreto por motivos de seguridad. Pero las "medidas correctoras" que se recomiendan a España, que se adoptaron el pasado 12 de noviembre, sí se han hecho públicas.

La ruta entre Marruecos y España es en estos momentos la principal vía de entrada de inmigrantes irregulares a la UE. En octubre, la ruta migratoria del Mediterráneo Occidental acaparó el 60% de todas las detecciones de entradas ilegales en territorio comunitario. El número de inmigrantes irregulares llegados a Europa por esta vía ascendió a 9.400, más del doble que en octubre de 2017. En los diez primeros meses de este año, casi 45.900 inmigrantes han entrado en la UE por esta ruta, el doble que el año pasado. El Gobierno de Sánchez ha pedido a Bruselas más fondos tanto para España como sobre todo para Marruecos para reforzar la lucha contra la inmigración irregular.

Entre las 66 recomendaciones que la UE dirige ahora a España para mejorar el control de sus fronteras, las medidas que exigen una "implementación urgente" son las que afectan a los pasos fronterizos de El Tarajal I (Ceuta) Y Beni-Enzar (Melilla). Las deficiencias identificadas allí "se consideran graves teniendo en cuenta la situación geográfica de los pasos fronterizos (limítrofres con Marruecos) y la presión migratoria en esta frontera terrestre". Bruselas reclama en primer lugar "aumentar urgentemente la capacidad a efectos de inspección fronteriza en los carriles de vehículos", por ejemplo introduciendo carriles adicionales o utilizando dispositivos móviles (escáneres de pasaportes y lectores de impresiones dactilares).

Más guardias de frontera y mejor formados

En segundo lugar, España debe garantizar que todos los nacionales de la UE y de terceros países que atraviesan los pasos fronterizos de Ceuta y Melilla sean "inspeccionados sistemáticamente en las bases de datos pertinentes" y que los documentos de viaje de los nacionales de terceros países se sellen también de forma sistemática tanto a la entrada como a la salida. Finalmente, en el Tarajal es necesario además "realizar regularmente sesiones informativas por turno de trabajo a fin de informar a todo el mundo de los riesgos y amenazas, incluidas las cuestiones relacionadas con la migración, las redes delictivas y el terrorismo".

Otro de los problemas urgentes que denuncia Bruselas es que la plantilla de la Policía Nacional especializada en control de fronteras es insuficiente. Unas carencias que se hacen sentir con más intensidad en las comisarías de zonas sometidas a una elevada presión migratoria, especialmente en Algeciras y Almería, pero también en los aeropuertos de Barcelona, Madrid y Málaga, donde se necesitan más especialistas en análisis de riesgos. España debe "velar por que la Policía Nacional cuente con una dotación suficiente", reclama la UE.

Además, los policías de fronteras españoles no tienen suficiente formación en materia de detección de documentos falsos, ni las competencias lingüísticas necesarias para garantizar que las inspecciones fronterizas se lleven a cabo de conformidad con el código de fronteras Schengen, sostiene la UE. Por eso, recomienda  prestar "especial atención a la enseñanza del francés y el árabe a los guardias de fronteras que trabajan en los puertos de Almería y Algeciras y los pasos fronterizos de Ceuta y Melilla".

Mejorar la cooperación entre Policía, Guardia Civil y Aduanas

Los 27 piden también al Gobierno de Sánchez "reforzar la formación de los guardias de fronteras de la Policía Nacional en materia de identificación de documentos falsos y falsificados y el uso de equipos especializados". Y es que Bruselas ve necesario "aumentar el número de controles manuales de documentos realizados por los guardias de fronteras de primera línea".

Más carencias que dificultan un control eficaz de las fronteras en España: No existe una "estrategia nacional de gestión integrada de las fronteras", cuya elaboración debería ser prioritaria. Y la colaboración entre la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Administración de Aduanas no es óptima. Por eso, Bruselas exige un "acuerdo formal de cooperación trilateral con miras al establecimiento de estructuras permanentes para la coordinación de las actividades de control fronterizo y el intercambio de información y análisis de riesgos".

Otro foco de preocupación es el sistema español de vigilancia de las fronteras marítimas, que según la UE necesita una "modernización" que introduzca "nuevas capas". Deben adoptarse "medidas compensatorias para evitar las lagunas en la vigilancia de las fronteras marítimas, por ejemplo desplegando equipos técnicos móviles o patrullas adicionales en aquellas zonas en las que una estación de vigilancia esté fuera de servicio o sea objeto de mantenimiento".

Finalmente, Bruselas exige a España mejorar el registro de los migrantes irregulares. Se debe garantizar que las huellas dactilares de todos los migrantes en situación irregular sean sistemáticamente recogidas y enviadas al sistema central en Madrid en un plazo máximo de 72 horas. Para lograrlo, las autoridades españolas deben instalar terminales digitales de impresiones dactilares en el paso fronterizo de Melilla y las comisarias de policía de Algeciras y Almería.