Bruselas

Las medidas adoptadas en los últimos días por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han revolucionado la agenda de la cumbre de líderes de la UE que se celebra este miércoles en Sofía. La salida del acuerdo nuclear con Iránlos aranceles al acero y al aluminio o el traslado de la embajada en Israel a Jerusalén. Los jefes de Estado y de Gobierno de los 28 buscan armar una respuesta común a estas decisiones unilaterales de la administración norteamericana, que perjudican a los intereses de Europa. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, se ha erigido en portavoz del malestar de la UE con Trump.

"Además de los desafíos políticos tradicionales como el auge de China o la posición agresiva de Rusia, hoy estamos viendo un nuevo fenómeno: la asertividad caprichosa de la administración norteamericana. Viendo las últimas decisiones del presidente Trump, alguien podría incluso pensar, con amigos así ¿quién necesita enemigos?", se ha quejado Tusk antes del inicio de la reunión de Sofía.

Para el presidente del Consejo Europeo, la única respuesta posible que la UE puede dar a Trump es reforzar su unidad política e independizarse de Estados Unidos. "Hablando francamente, Europa debería estar agradecida al presidente Trump porque gracias a él nos hemos liberado de todas las ilusiones. Nos ha hecho darnos cuenta que si necesitamos una mano amiga, la encontraremos al final de nuestro brazo", sostiene Tusk.

La UE, o protagonista o títere

"Europa debe hacer todo lo que esté en su mano para proteger, pese al actual estado de ánimo, el vínculo transatlántico. Pero al mismo tiempo debemos prepararnos para escenarios en los que tendremos que actuar por nuestra cuenta. Tenemos suficiente potencial para estar a la altura del reto, pero lo que necesitamos es más unidad política y determinación", asegura el presidente del Consejo Europeo. "Ser europeo es un motivo de orgullo. Tenemos el derecho y la obligación de llevar la cabeza bien alta, tanto con nuestros enemigos como con nuestros amigos".

A su juicio, la única alternativa real que tiene la UE es "ser uno de los jugadores principales en el nuevo tablero mundial o convertirse en un títere". "Para ser los sujetos y no los objetos de la política mundial, Europa debe estar unida económicamente, políticamente y también militarmente como nunca antes. Para decirlo sin rodeos, o estamos juntos o dejaremos de ser", ha avisado Tusk.

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