Bruselas

"La auténtica Francia está de vuelta", ha proclamado el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, tras escuchar el discurso de Emmanuel Macron en la Eurocámara. El presidente francés ha reivindicado este martes construir una auténtica "soberanía europea" frente al auge del autoritarismo en países como Rusia o China, la tentación unilateral de los Estados Unidos de Donald Trump o el triunfo de la democracia "iliberal" en Estados miembros como Hungría o Polonia. Macron sostiene que la refundación de la UE es la única forma de proteger a los ciudadanos en la globalización.

"Defender la idea europea no es diluir nuestras soberanías. Es darse cuenta de que frente a las grandes transformaciones del mundo necesitamos una soberanía más fuerte que la nuestra, complementaria y no de sustitución, que será la única que permita aportar las respuestas adecuadas. Esta es la soberanía europea en la que creo", ha proclamado Macron ante el pleno del Parlamento Europeo, que de forma extraordinaria estaba abarrotado para escuchar al presidente francés.

"Debemos construir una nueva soberanía europea para aportar la respuesta clara a nuestros conciudadanos de que podemos protegerles, aportar una respuesta a los desordenes del mundo", defiende Macron.

A su juicio, el actual contexto internacional hace todavía más urgente la tarea de construir una soberanía europea. Un contexto "de división y dudas en el seno de Europa" en el que se está negociando el brexit y se cuestionan los fundamentos del proyecto europeo. "Reaparece una especie de guerra civil europea donde nuestras diferencias y egoísmos nacionales parecen más importantes que lo que nos une frente al resto del mundo", ha lamentado Macron. Al mismo tiempo, aumentan cada día "la fascinación iliberal", "las amenazas geopolíticas", "la emergencia de grandes potencias autoritarias" y "una estrategia que cuestiona el multilateralismo".

La autoridad de la democracia

Frente a estos riesgos, la Unión Europea no puede seguir trabajando como hasta ahora, conformarse con apagar el fuego de las múltiples crisis o mantenerse en la parálisis. De aquí al final de legislatura en mayo de 2019 se necesitan resultados concretos en cuestiones como la política migratoria, la nueva tasa a los gigantes tecnológicos, la reforma de la eurozona o el refuerzo de los derechos de autor. La nueva soberanía europea debe ser soberanía en defensa, en materia económica y comercial, en materia climática y energética, en salud y alimentación de calidad o en cuestiones digitales, sostiene Macron.

Para ello, Francia está dispuesta a aumentar su contribución al nuevo presupuesto plurianual de la UE para el periodo 2021-2027. No obstante, exige a cambio crear nuevos ingresos europeos, por ejemplo con la tasa digital; suprimir los cheques de los que se benefician ahora países como Holanda o Suecia; dar más dinero a nuevas políticas como defensa o inmigración; y mantener las ayudas a la agricultura y las regiones. Además, reclama que el acceso a los fondos se condicione al respeto de los valores europeos y el Estado de derecho.

En su discurso ante la Eurocámara, Macron ha hecho además una defensa cerrada del modelo de democracia liberal europea frente al auge del autoritarismo en el resto del mundo. "No quiero dejar que se instale esta ilusión ilusoria del poder fuerte, del nacionalismo, del abandono de las libertades, de que la democracia está condenada a la impotencia", asegura.

"Frente al autoritarismo que nos rodea, la respuesta no es la democracia autoritaria sino la autoridad del la democracia, porque la libertad emancipa y protege al individuo", ha resaltado el presidente francés.

"No quiero pertenecer a una generación de sonámbulos, que olvide su pasado o los tormentos de su presente. Quiero pertenecer a una generación que decida defender firmemente su democracia. Quiero pertenecer a una generación que defienda la soberanía europea, porque hemos batallado por tenerla y porque es la condición que permitirá a las próximas generaciones elegir su futuro", ha concluido Macron.

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