Bruselas

El ministro holandés de Asuntos Exteriores, el liberal Halbe Zijlstra, ha presentado este martes su dimisión y ha anunciado que deja la política tras descubrirse que había mentido sobre una inexistente reunión con el presidente ruso, Vladimir Putin. Zijlstra aseguraba haber sido testigo de primera mano en 2006 de un discurso a puerta cerrada del líder del Kremlin en el que desveló su estrategia expansionista para construir una "Gran Rusia", que incluiría Bielorrusia, Ucrania, los países Bálticos y Kazajistán. Pero ahora se ha demostrado que nunca estuvo en ese encuentro.

La mentira es "de lejos el mayor error que he cometido en mi carrera política", ha lamentado un emocionado Zijlstra al anunciar su renuncia. "Vivimos en un país en el que la verdad importa. Por eso no veo otra opción que dimitir", alegaSu salida del Gobierno se ha producido minutos antes de la comparecencia ante el Parlamento holandés a la que se le había citado para que diera explicaciones sobre su comportamiento. Precisamente, el dimitido ministro tenía previsto viajar este martes a Moscú a reunirse por primera vez con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov. La visita ha sido anulada.

La caída de Zijlstra, que apenas ha durado cuatro meses en el cargo, supone un duro golpe para el primer ministro, Mark Rutte, con el que comparte no sólo militancia política sino también amistad. Rutte sabía de la mentira desde finales de enero, pero protegió a su ministro de Exteriores incluso después de que saltara el escándalo. A su juicio, el comportamiento del jefe de la diplomacia había sido imprudente pero no puede equipararse a la difusión de fake news, ya que sostiene que mintió únicamente para proteger a su fuente. Incluso este lunes, Rutte dijo que la dimisión no estaba justificada. Pero finalmente, le ha dejado caer y ha anunciado que le sustituirá temporalmente la ministra de Comercio, Sigrid Kaag.

Rusia acusa a Holanda de difundir fake news

Zijlstra difundió por primera vez su mentira durante un acto político en 2016, del que existe una grabación, y la ha repetido varias veces desde entonces. Sostenía que durante una visita a Moscú diez años antes, cuando trabajaba para la compañía petrolera Shell, había presenciado como Putin defendió la construcción de una "Gran Rusia" que incluiría "Rusia, Bielorrusia, Ucrania y los países Bálticos", y añadió después que "estaría bien tener también Kazajistán".

Tras ver cómo su relato era cuestionado por antiguos colegas de Shell, Zijlstra se vio obligado a confesar este lunes que nunca estuvo presente en esa reunión y que tomó prestada la historia. Se la había escuchado contar al antiguo consejero delegado de Shell, Jeroen Van de Ver y la quería repetir por su "importancia geopolítica". Para proteger a su fuente decidió convertirse a si mismo en el protagonista, cosa que según admite ahora fue un error. No obstante, el propio Van de Veer ha dicho este martes que el ex ministro de Exteriores malinterpretó sus palabras.

La embajada rusa en Países Bajos ha difundido un comunicado en el que acusa a los políticos y los medios holandeses de difundir fake news sobre el Kremlin. "Los intentos de atribuir a Rusia ambiciones de gran potencia y el deseo de recrear el imperio soviético no resisten la más mínima crítica", sostiene Moscú. Sin embargo, estas afirmaciones "se presentan como algo evidente que no requiere ninguna prueba". "¿No es esto un ejemplo de fake news dirigidas contra nuestro país?", denuncia la embajada rusa.

El caso amenaza con enturbiar todavía más las ya deterioradas relaciones entre Holanda y Rusia. Las autoridades holandesas están preparando los cargos contra los sospechosos de haber derribado en Ucrania el vuelo MH17 de Malaysia Airlines en julio de 2014, un ataque en el que murieron 196 holandeses. El Gobierno de La Haya sostiene que el avión fue abatido por un misil Buk de fabricación rusa disparado desde territorio controlado por separatistas prorusos en el este de Ucrania. Moscú niega las acusaciones.

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