El embajador ruso en Ankara, Andrey Karlov, ha muerto tras ser tiroteado mientras inauguraba una exposición de fotos. 

El atacante ha sido identificado como Mevlüt Mert Altıntaş, un joven agente de policía antidisturbios nacido en 1994, ha informado el Ministerio del Interior turco.

Testigos aseguran que, antes de disparar, el atacante gritó: "Nosotros morimos en Alepo, vosotros morís aquí". Las autoridades han matado al atacante. 

Tiroteo en Ankara

Según el periódico Hurriyet Daily News, Karlov fue tiroteado cuando pronunciaba el discurso de inauguración de la exposición. La misma cabecera informa de que se sospecha que el tiroteo sea un ataque de islamistas radicales. 

El ministro del Interior turco, Suleyman Soylu, ha confirmado que otras tres personas han resultado heridas en el ataque, pero ninguna de ellas grave. Uno de los heridos, de hecho, ya ha recibido el alta.

Al parecer, el atacante disparó a Karlov por la espalda y ordenó a la gente que saliera de la sala, mientras disparaba varias veces al aire. 

Una portavoz del Ministerio de Exteriores ruso citada por Russia Today, considerado un altavoz del Kremlin, ha confirmado la muerte de su emisario en Ankara, que ha calificado de "acto de terrorismo".

Este incidente se produce en la víspera de una reunión en Moscú entre los ministros de Exteriores de Rusia, Irán y Turquía para abordar el conflicto sirio después de que los tres países forjaran un acuerdo para proseguir con la evacuación de la devastada Alepo, al norte de Siria.

CNN Türk informa de que, pese al asesinato del embajador ruso en Ankara, la reunión a tres seguirá adelante. Las autoridades rusas han asegurado que el incidente no afectará a las relaciones entre los dos países y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha llamado a su homólogo ruso para informarle de lo sucedido.

Tanto Moscú como Ankara participan en el conflicto sirio. Turquía ha sido un férreo opositor al Gobierno de Bashar al Asad, mientras Rusia ha desplegado fuerzas terrestres y aéreas para apoyar al gobernante. 

Según el alcalde de Ankara, el ataque es un intento de perjudicar las relaciones entre los dos países.