El jardinero de 53 años interesado por el nazismo y el apartheid, Thomas Mair, ha sido declarado culpable este miércoles del asesinato de la diputada laborista de Jo Cox cometido una semana antes de que se celebrase el referéndum sobre el brexit el pasado junio.

Mair disparó tres veces a Cox y le asestó 15 puñaladas mientras decía "esto es por Gran Bretaña" y "por una Gran Bretaña independiente". Cox era defensora activa de la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea y su asesinato impactó en la sociedad británica.

Los líderes políticos le rindieron homenaje públicamente para mostrar su unidad frente a la violencia en medio de un ambiente muy polarizado entre el 'sí' y el 'no' a Bruselas. Incluso pareció que el crimen desinflaría la campaña a favor del brexit, que sin embargó ganó -aunque fuera por estrecho margen- en la votación del 23 de junio.

Un jurado ha declarado culpable de asesinato cometido el 16 de junio a Mair, que finalmente ha sido condenado a pasar el resto de sus días en la cárcel debido a la "extrema" gravedad de sus actos, un asesinato cometido para fomentar una causa asociada al nazismo, según el juez. El asesino, que nunca admitió los hechos pero tampoco los negó, recuerda The Guardian, también apuñaló a un hombre que había acudido en ayuda de Jo Cox, aunque a él no le causó la muerte.

La directora de la unidad especial del crimen y la lucha antiterrorista de la fiscalía británica, Sue Hemming, ha dicho tras el veredicto que "Mair no ofreció una explicación de sus acciones, pero la acusación pudo demostrar que, motivado por el odio, sus crímenes premeditados no fueron otra cosa que actos de terrorismo diseñados para avanzar en su retorcida ideología", informa The Guardian.

La policía encontró poco después del asesinato de Cox contenidos pro nazis y a favor del apartheid de Sudáfrica tanto en su casa como en su ordenador. Este miércoles, Mair pidió la palabra tras pronunciarse el veredicto, pero el juez Alan Wilkie, rechazó la solicitud con estas palabras recogidas por la agencia Reuters: "Usted no es un patriota. Con sus acciones ha traicionado la quinta esencia de nuestro país: su adhesión a la democracia parlamentaria".

Cox tenía 41 años, estaba casada y era madre de dos niños pequeños, que en el momento de su asesinato tenían 3 y 5 años.

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