Intentó subirse al techo de un camión cuando el vehículo redujo la velocidad a su paso por el puerto de Calais (Francia). Otro niño le ayudaba, según los testigos citados por The Guardian, que recoge la noticia. Resbaló del asidero y cayó al asfalto, donde un coche le atropelló y se dio a la fuga. Tenía 14 años, había llegado desde Afganistán y quería reunirse con un hermano que vive en Reino Unido.
Tenía derecho a ello; lo podía hacer de forma legal, pero el papeleo no avanzaba. Pasaban los meses y él seguía atrapado en el campamento informal de migrantes y refugiados de Calais, conocido como 'La Jungla'. Había intentado subirse a otros camiones antes del accidente que puso final a su vida.
"Intentamos disuadirle, pero hacía oídos sordos. Están tan desesperados por seguir con sus vidas, de reunirse con sus familias...", ha comentado Jess Egan, una voluntaria del campamento al diario británico.
El chico -cuyo nombre no se ha dado a conocer, porque sus familiares en Afganistán aún no han recibido la noticia- llevaba alrededor de medio año en Calais. Egan recuerda que "le encantaba estar con sus amigos, jugar al fútbol y escuchar música". También rememora las conversaciones que mantuvieron sobre su deseo de "seguir con su vida" en Reino Unido, ir al colegio y poner punto y final a las "deplorables condiciones" en las que vivía en La Jungla.
Actualmente viven 864 niños en este campamento informal; el 78% están solos, denuncia la ONG Help Refugees. El más pequeño de ellos tiene 8 años. La mayoría vienen de Eritrea, Sudán, Afganistán o Etiopía.
Tras el intento de desmantelar el campamento de Calais antes del verano, la población migrante sigue esperando su momento junto a este paso portuario. Reino Unido y Francia comenzarán la construcción de un muro este otoño para sustituir la verja que separa el paso de la carretera de acceso al Eurotúnel por una frontera de hormigón que impida su escalada a quienes, como el pequeño de 14 años, intentan buscar refugio en Reino Unido escondidos en un camión.