Luis Villajos | Agencias
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Las claves

Máxima tensión en Taiwán. Durante dos días China realizará ejercicios militares con fuego real en la isla, desplegando tropas, buques de guerra, aviones de combate y artillería, mientras Taipéi despliega soldados y exhibe armamento de Estados Unidos para ensayar cómo repeler un ataque. Taiwán ya ha adviertido con que habrá una respuesta en caso de amenaza. 

Las maniobras militares chinas lanzadas este lunes, bajo el nombre Misión Justicia 2025, buscan mostrar un "estrechamiento del cerco" sobre la isla y reforzar la presión estratégica sobre Taipéi en respuesta al refuerzo del apoyo militar estadounidense a Taiwán, según el análisis de expertos militares chinos citados por la prensa estatal.

El Gobierno de Taiwán ha condenado estos ejercicios, acusando a China de “intimidación militar”, mientras que su Ministerio de Defensa dijo que estaba “totalmente en guardia” y que ha dado orden a su Ejército para responder ante cualquier amenaza. 

Estas maniobras se producen semanas después de que Washington y Taipéi anunciaran a principios de mes una de las mayores ventas de armamento de Estados Unidos a la isla.

Este mismo lunes y ante las maniobras de China, el presidente taiwanés, William Lai, reiteró su apuesta por que Taipéi mejore sus capacidades defensivas y aumente su presupuesto de Defensa.

Los ejercicios de China cubren cinco zonas situadas en el estrecho de Taiwán y en espacios al norte, suroeste, sureste y este de la isla, en una operación que implica a fuerzas del Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea y la Fuerza de Cohetes.

En una imagen difundida por el propio Comando del Teatro Oriental, las áreas de ejercicio aparecen representadas como varios rectángulos que rodean la isla, una disposición que, según el comunicado oficial, refleja un despliegue "multidireccional" de fuerzas con aproximaciones simultáneas desde distintos puntos.

En un comunicado aparte, la Administración de Seguridad Marítima de China detalló que los ejercicios se desarrollarán en siete áreas, dos de las cuales no figuraban en el aviso previo del EPL.

Estas dos zonas se sitúan, respectivamente, frente a la costa nororiental de Taiwán y en el sector central del estrecho de Taiwán, aproximadamente a la altura de la ciudad de Taichung.

La primera consecuencia de estas maniobras ha sido la anulación o modificación de decenas de vuelos con destino u origen Taiwán entre el lunes y el martes, afectando a más de 100.000 pasajeros en vuelos internacionales programados y a unos 6.000 pasajeros de vuelos nacionales.

Las autoridades desviarán los vuelos internacionales de las zonas peligrosas o anunciarán rutas alternativas para garantizar la seguridad del tráfico aéreo, según un comunicado del Ministerio de Transporte de Taiwán.

Tres fases

Las maniobras militares de China en torno a Taiwán incluyeron ataques contra objetivos marítimos y terrestres, operaciones antisubmarinas y ejercicios para lograr la "superioridad aérea regional", informaron fuentes castrenses.

En un primer comunicado, el Comando del Teatro Oriental de Operaciones del Ejército Popular de Liberación (EPL, Ejército chino) indicó que había empleado cazas, bombarderos y vehículos aéreos no tripulados, en coordinación con artillería de largo alcance, para llevar a cabo simulacros de ataque contra "objetivos terrestres móviles" en las zonas centrales del estrecho de Taiwán.

Este Comando, encargado de las operaciones militares chinas en torno a la isla, también informó ese mismo día que había utilizado destructores, fragatas, cazas, bombarderos y drones para entrenamientos en las aguas y el espacio aéreo al norte y al suroeste del territorio autogobernado.

"El entrenamiento se centra en la caza y neutralización de objetivos en aguas y espacio aéreo, ataques simulados contra objetivos terrestres y fuego real contra objetivos en el agua", apuntó el EPL a través de su cuenta oficial de Weibo -similar a X, censurado en China-.

En una tercera fase, el Comando anunció que había emprendido maniobras con buques y aeronaves de guerra en las aguas y el espacio aéreo del este de Taiwán, centradas en el "asalto contra objetivos marítimos, la toma de la superioridad aérea regional, así como la caza de submarinos y las operaciones antisubmarinas".

"Los ejercicios pusieron a prueba las capacidades de coordinación aire-mar y de búsqueda, identificación y neutralización precisas de objetivos", indicó el comunicado.

Patrullas de la Guardia Costera

Por su parte, la Guardia Costera de China anunció este lunes el inicio de patrullas de "aplicación integral de la ley" en aguas cercanas a Taiwán y en los alrededores de los archipiélagos de Matsu y Wuqiu, cercanos a las costas chinas pero controlados por Taipéi.

En un comunicado difundido en su cuenta oficial en la red social WeChat, un portavoz de la Guardia Costera de China señaló que, a partir de este 29 de diciembre, los guardacostas de la provincia china de Fujian, situada enfrente a Taiwán, han desplegado formaciones de buques en zonas marítimas adyacentes a los lugares mencionados.

Según el portavoz Zhu Anqing, la operación constituye una "medida práctica" para "ejercer la jurisdicción" conforme al principio de "una sola China", defendido por Pekín, sobre Taiwán y sus islas adyacentes.

Estas maniobras se enmarcan en la operación denominada 'Misión Justicia-2025', anunciada este lunes por las autoridades chinas, que la definieron como una acción dirigida a "lanzar una seria advertencia" a las fuerzas independentistas taiwanesas y a las potencias extranjeras que, a juicio de Pekín, interfieren en la cuestión de Taiwán.

Las maniobras se organizan en un contexto marcado en las últimas semanas por el refuerzo del apoyo militar estadounidense a Taipéi y por el deterioro de las relaciones entre China y Japón a raíz de declaraciones de la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, sobre la posible intervención de las fuerzas niponas en un conflicto en torno a Taiwán, palabras que enfurecieron a Pekín.

Taiwán se gobierna de forma autónoma desde 1949, pero Pekín considera a la isla una "parte inalienable" de su territorio y no ha descartado el uso de la fuerza para lograr la reunificación, una postura rechazada por el Gobierno de Taipéi.

Sin embargo, Pekín siempre ha visto a la isla como una "parte inalienable" de su territorio y en los últimos años ha redoblado su campaña de presión contra ella para concretar la "reunificación nacional", clave en el objetivo a largo plazo del presidente, Xi Jinping, de lograr el "rejuvenecimiento" de la nación china.