El Gobierno surcoreano y el estadounidense dan por hecho que el secretario de Estado, Mike Pompeo, volverá de su viaje a Pyongyang con los tres presos estadounidenses retenidos en Corea del Norte, lo que supondría un gesto del régimen ante la cumbre Trump-Kim.

"Esperamos que traiga la fecha, la hora y a los presos", explicó a la agencia Yonhap un portavoz de la Oficina Presidencial surcoreana, en referencia a los detenidos y a los detalles sobre la histórica cumbre entre los líderes de Estados Unidos, Donal Trump, y Corea del Norte, Kim Jong-un, cuyos pormenores aún no se han desvelado.

Pompeo está ya en Corea del Norte para preparar la primera cumbre de la historia entre Washington y Pyongyang y de camino ha indicado a periodistas que durante este viaje volverá a negociar la liberación de los tres detenidos.

"Creo que sería un gran gesto si ellos eligen hacerlo", afirmó durante su vuelo a Pyongyang el secretario de Estado -que ha dicho desconocer si se reunirá o no con Kim Jong-un durante este viaje- al ser preguntado sobre la posible liberación de los detenidos.

Los presos son Kim Dong-chul, de 64 años, Kim Sang-duk, de 58, y Kim Hak-song, que ronda los 60, todos nacidos en Corea del Sur y nacionalizados posteriormente.

El primero de ellos, un empresario arrestado en octubre de 2015 y condenado después a 10 años de cárcel por espionaje, es el estadounidense que más tiempo ha pasado detenido en Corea del Norte.

Los otros dos, detenidos en la primavera de 2017, eran profesores de la única universidad privada y con financiación extranjera del país y la propaganda norcoreana simplemente les ha atribuido "actos hostiles" contra el régimen sin detallar más.

Por otro lado, a pesar de que Trump dijo la semana pasada que ya hay fecha y lugar para su encuentro con el líder norcoreano, Pompeo ha precisado que aún quedan algunos flecos por cerrar.

Hasta ahora, la Casa Blanca ha dicho que la reunión se producirá a finales de mayo o principios de junio y que se estaban barajando varios escenarios, entre los que figura Singapur y la frontera entre las dos Coreas, por la que Trump ha expresado preferencia.

El viaje de Pompeo a Pyongyang es el segundo en menos de un mes para preparar la esperada cumbre entre Kim y Trump.