Las claves
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Donald Trump ya se encuentra inmerso en la última etapa de su gira asiática. El presidente estadounidense aterrizó este miércoles en Corea del Sur, donde se ha reunido con el primer ministro Lee Jae-myung para resolver el acuerdo arancelario y donde el jueves se verá cara a cara con el presidente chino Xi Jinping, con quien pretende firmar una tregua en la guerra comercial que mantienen ambas potencias.
"La relación con China es muy buena. Así que creo que vamos a tener un resultado muy positivo para nuestro país y para el mundo", explicó Trump, avanzando que pretende reducir los gravámenes a los productos chinos a cambio de que Pekín se comprometa a frenar las exportaciones de precursores químicos del fentanilo.
El mandatario republicano hizo estas declaraciones a bordo del Air Force One rumbo a la tranquila ciudad surcoreana de Gyeongju desde Tokio. Hacia esa misma hora Corea del Norte realizó una nueva prueba de lanzamiento de misiles de crucero mar a tierra en el mar Amarillo. Según un alto dirigente de Pionyang, se están "logrando importantes éxitos en la aplicación práctica" de sus "fuerzas nucleares".
Donald Trump durante su discurso en la cumbre de la APEC.
Trump quitó importancia a esta maniobra -"Llevan décadas lanzando misiles, ¿no?", recordó-, pero confirmó que finalmente no tendrá lugar su esperado encuentro con el líder supremo Kim Jong-un. "Tengo una buena relación con él. En algún momento nos veremos, pero la agenda está muy ajustada", justificó.
"Ellos quieren reunirse, y yo también, pero ahora estoy enfocado en la reunión con China de mañana. Sin embargo, regresaremos en un futuro no lejano para reunirnos con Corea del Norte", garantizó. Kim Jong-un había revelado con anterioridad su disposición a reunirse con su homólogo si rebajan las presiones para renunciar a su programa nuclear.
En un discurso ante los líderes reunidos en la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), el presidente norteamericano aseguró que el acuerdo comercial con Corea del Sur se firmará "muy pronto". Ambos países anunciaron un pacto a finales de julio que rebajaba los aranceles a Seúl al 15% a cambio de invertir más de 350.000 millones de dólares en Estados Unidos, y este miércoles han ofrecido algún detalle más, diciendo que está "casi terminado".
Si en Tokio Trump recibió el palo de golf del fallecido primer ministro Shinzo Abe, los presentes han continuado en su llegada a Corea del Sur. El primer ministro Lee Jae-myung entregó a su huésped la réplica de una corona de oro descubierta en las tumbas reales de Gyeongju y le concedió el mayor reconocimiento nacional por su "contribución a la paz en la península de Corea y su papel constante como pacificador".
Lee, que se comprometió a incrementar el gasto en Defensa de Corea del Sur, pidió a su homólogo ayuda para asegurar combustible para pequeños reactores nucleares para submarinos que, a su juicio, servirían para disuadir las amenazas bélicas de Pionyang y Pekín.
