El tiroteo masivo de este martes en una escuela de Texas ha vuelto a poner sobre la mesa el debate sobre interpretación de la segunda enmienda a la Constitución de Estados Unidos que concede a los ciudadanos el derecho a llevar armas.  

"Siendo una milicia bien regulada necesaria para la seguridad de un Estado Libre, el derecho del Pueblo a poseer y portar armas no debe ser infringido", reza la enmienda, ratificada en 1791 en la Carta de Derecho.

Estas 27 palabras se han convertido en motivo de debate durante años, ya que donde algunos ven un derecho individual inalienable otros ven un anacronismo. Sobre todo porque el uso de palabras como "milicia" y "pueblo" hacen referencia a un colectivo. 

Fallos judiciales contra el control

Estas diferencias han llegado incluso al Tribunal Supremo de Estados Unidos en al menos dos ocasiones. Uno de los casos judiciales más destacados fue el conocido como Distrito de Columbia vs.Heller.

En él la Corte Suprema dictaminó que la segunda enmienda protege el derecho individual de poseer y portar armas. Así derogaba la ley vigente en Washington (distrito de Columbia), que desde 1976 prohibía la venta y posesión de armas. Esta sentencia histórica reconocía el derecho a utilizar armas de fuego en defensa propia sin necesidad de pertenecer a una milicia estatal.

Dos años más tarde, en 2010, el Tribunal Supremo declaraba que el control de armas en Chicago era inconstitucional. De esta manera, se consideraba que cualquier legislación federal que prohibiese la compra de armas atentaba contra la segunda enmienda. 

Ambos fallos supusieron una buena noticia para los amantes de las armas de esos distritos. Sin embargo, tienen todavía hoy un carácter simbólico. Y es que las resoluciones no solo restringen algunas leyes locales, sino que reconoce el derecho individual frente al Estado. 

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