El ciudadano Barack Obama está aprovechando sus primeras vacaciones como expresidente para probar arriesgados deportes acuáticos que no podía, o debía, practicar durante su etapa en la Casa Blanca. 

El expresidente ha practicado durante horas el kitesurf en las paradísiacas aguas de las Islas Vírgenes británicas, donde el multimillonario británico Richard Branson tiene una isla en propiedad. La web de su imperio de empresas, Virgin, ha publicado este martes las imágenes de las vacaciones de Obama, que ha pasado una semana de vacaciones con su familia. 

"Siendo un expresidente de EEUU mucha seguridad le rodea, pero Barack fue capaz de relajarse y concentrarse" en la práctica del kitesurf, según ha explicado el dueño de Virgin. Richard Branson tiene en el archipiélago la isla Moskito, con más de 48 hectáreas de extensión. No hay detalles sobre quién ha corrido con los gastos del viaje pero la web de Virgin ha dedicado un post a estas vacaciones, en el que narra con todo lujo de detalles las experiencias del expresidente: "Se lo pasó como un niño", relata Branson.

Obama y Branson