Con la histórica intervención del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, los republicanos en el Senado han logrado confirmar con 51 votos a favor y 50 en contra a la controvertida secretaria de Educación propuesta por la Administración Trump, la multimillonaria Betsy DeVos.

Después de que dos senadores republicanos rompieran filas para votar junto a la bancada demócrata, Pence ha participado en la votación del plenario para deshacer el empate técnico. Es la primera vez que un vicepresidente injiere para ratificar a un miembro del Ejecutivo en el cargo.

Sentado y calmado, Pence ha desbloqueado el impasse con una frase: "En esta votación lo síes son 50 y los noes 50. Con el Senado dividido, el vicepresidente vota afirmativamente y la nominación es confirmada".

Antes de la votación, los demócratas hablaron por turnos durante 24 horas seguidas en un esfuerzo maratoniano por sumar más republicanos a su causa tras la adhesión de los rebeldes Susan Collins (Maine) y Lisa Murkowski (Alaska). Pero su empeño ha caído en saco roto.

Durante el arduo proceso de confirmación, DeVos se ha topado con una feroz oposición entre los legisladores. Sus críticos le achacan que le faltan conocimientos en el ámbito de la educación pública y que defiende un modelo que vulnera este tipo de formación.

"El Senado tiene la responsabilidad de rechazar su confirmación", aseguraba el líder de los demócratas en el Senado, Charles Schumer, para persuadir a sus colegas. "Es tan execepcionalmente inepta".

EL FICHAJE MÁS IMPOPULAR DE TRUMP

Muchos argumentan que en sus respuestas a los senadores DeVos ha demostrado lagunas en el conocimiento de las leyes de educación y el funcionamiento del sistema. Preguntada el mes pasado acerca de si se debe permitir la presencia de armas en las escuelas, DeVos sugirió que podrían ser útiles para protegerse de la amenaza de "posibles osos pardos". El término se hizo viral en las redes sociales. 

Asimismo, DeVos, una pudiente donante republicana, defiende que los estudiantes reciban dinero público para asistir a la escuela de su elección, centros privados inclusive, una opción cuyos detractores temen que pueda dejar a escuelas públicas sin financiación.

También está a favor de las llamadas charter schools, escuelas financiadas públicamente pero de gestión independiente, y de que las autoridades tengan menos control sobre ellas. En una conferencia en 2001, aseguró que la reforma educativa puede "impulsar el reino de Dios".

DeVos, que dirige la Federación Estadounidense para los Niños, ha usado su fortuna para promover sus ideas sobre educación en Michigan. Sin embargo, se ha puesto en duda que las charter schools que ayudó a expandir en el estado ofrecieran mejores resultados que las del sistema tradicional.

Asociaciones y activistas le han declarado la guerra. La National Education Association, que representa a profesionales de la educación, organizó una campaña para inundar las oficinas de los senadores con cartas y llamadas telefónicas para impedir la confirmación de DeVos.

"El resultado de hoy marca sólo el principio de la resistencia. Estudiantes, educadores, padres, activistas por los derechos civiles y la educación especial -así como millones de estadounidenses- están hablando alto y claro: estamos aquí para quedarnos... protegeremos la educación pública", ha declarado el la líder de la organización, Lily Eskelsen García.

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