Varios miles de personas se han manifestaron este viernes en contra del futuro presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por el centro de Miami siguiendo una convocatoria en las redes sociales con la etiqueta #Not My President.

Los manifestantes llevaban banderas y pancartas en las que se podían leer consignas en contra del "odio" y el "fascismo" y en favor de los inmigrantes, así como otras relativas a una variedad de temas de la reciente campaña electoral.

La policía de Miami cifró en unas 3.000 personas las que protestaron por las calles de la ciudad, según el canal NBC.

Los canales de televisión mostraron imágenes de los manifestantes, entre los que había personas de todas las edades, niños incluidos, cuando cortaron el trafico en un puente que une Miami con Miami Beach, muy transitado el viernes por la tarde.

La policía se personó en el lugar pero no actuó contra los manifestantes, que cantaron y corearon consignas en contra del ganador de las elecciones del 8 de noviembre. También se escucharon consignas en español, incluido "Si se puede", el lema del presidente Barack Obama (Yes We Can) en español.

Entre los manifestantes había estudiantes de varias universidades de Miami, según los canales. La manifestación fue pacifica pero produjo un enorme embotellamiento de tráfico en la zona.

Un joven sostiene una pancarta contra las deportaciones en la tercera noche de manifestaciones contra Trump en Miami Reuters

En Nueva York, los manifestantes se reunieron en el Washington Square Park y junto a la Trump Tower, donde vive el presidente electo, en la Quinta Avenida.

Trump, quien inicialmente criticó a los manifestantes que protestan contra su elección y dijo que habían sido "incitados" por los medios de comunicación, cambió de tono y los elogió el viernes.

"Me encanta que los pequeños grupos de manifestantes de la pasada noche tengan pasión por nuestro gran país. ¡Nos uniremos todos y estaremos orgullosos!", tuiteó Trump el viernes.

Los mensajes son un nuevo ejemplo de los comentarios contradictorios de Trump desde que anunció su candidatura hace 17 meses. Después de que Hillary Clinton reconoció su derrota el miércoles, Trump adoptó un tono más conciliador del que se vio durante la campaña y prometió ser un presidente para todos los estadounidenses.

No hubo reportes de hechos de violencia ni arrestos en las protestas del viernes, a diferencia de la noche del jueves, cuando manifestantes en Portland arrojaron objetos y dañaron vehículos nuevos en un concesionario automotor. La policía arrestó a 26 personas en esa ciudad. En la noche del jueves en Los Ángeles, la policía arrestó a unas 185 personas, la mayoría por bloquear calles o porque eran menores de edad que estaban en la calle muy tarde. Un agente fue hospitalizado por las heridas que sufrió durante las manifestaciones. 

Los manifestantes que se oponen a Trump dijeron estar preocupados de que en su presidencia, que comenzará el 20 de enero, se violen los derechos civiles y humanos de los estadounidenses. Citaron sus promesas de campaña sobre restringir la inmigración y crear un registro de musulmanes, así como las acusaciones de que el magnate abusó sexualmente de mujeres.

El presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus reconoció el viernes que la elección fue reñida, pero dijo que los manifestantes deben aceptar su resultado. "Todos deben respirar profundo, tomarse el fin de semana (...) dar gracias y volver el lunes", afirmó según Reuters.

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