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El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha sido recibido con gritos y abucheos al subir a la tribuna de la Asamblea General de la ONU. Antes de que iniciara su discurso, la mayoría de las delegaciones presentes han abandonado la sala en señal de protesta, dejando en evidencia el clima de tensión que rodea su presencia en Nueva York tras la ofensiva israelí en Gaza y la orden de arresto emitida en su contra por la Corte Penal Internacional.

Ante un auditorio prácticamente vacío, Netanyahu se ha pronunciado en contra de la reciente oleada de reconocimientos al Estado palestino por parte de varios países, como Francia, Reino Unido, Australia o Portugal. "Envían el mensaje de que asesinar judíos tiene recompensa", ha denunciado.

El mandatario ha iniciado su intervención recordando a los 48 rehenes que permanecen en Gaza en manos de Hamás. El primer ministro israelí ha pronunciado uno a uno sus nombres y se ha dirigido directamente a ellos con un mensaje de apoyo. 

Vídeo | Varias delegaciones boicotean el discurso de Netanyahu en la ONU: así ha sido la reacción al llegar a la tribuna José Verdugo Edición

Horas antes, el mandatario había ordenado instalar altavoces en camiones situados en el lado israelí de la frontera con Gaza para que su discurso pudiera escucharse también dentro de la Franja. "El pueblo de Israel está con vosotros. No vamos a descansar hasta que os traigamos a todos a casa", ha asegurado desde la tribuna de la ONU. También ha explicado que, "gracias al trabajo de los servicios de inteligencia", esas palabras han llegado a los teléfonos móviles de todos los gazatíes.

En relación a su ofensiva en Gaza, en la que han muerto ya más de 65.000 personas, Netanyahu ha defendido que su Gobierno "no ha terminado". "Los últimos elementos, los últimos remanentes de Hamás, se atrincheran en la ciudad de Gaza. Juran repetir las atrocidades del 7 de octubre una y otra vez. Por eso Israel debe acabar el trabajo y por eso lo queremos hacer lo más rápido posible", ha dicho.

Luego, como si se tratara de un show televisivo, Netanyahu ha comenzado con lo que él mismo ha presentado como "un concurso de preguntas". Alzando dos cartulinas ante el auditorio, ha preguntado: "¿Quién grita ‘Muerte a América’? ¿Quién ha asesinado a estadounidenses y europeos?". Acto seguido, se ha respondido a sí mismo: "Irán, Hamás, Al Qaeda… Todas son correctas".

Después, en un "examen sorpresa" ha mostrado un mapa con los países en los que Israel ha intervenido en los últimos dos años (Gaza, Líbano, Irán, Siria, Irak y Yemen).

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se dirige a la 80ª Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) en la sede de la ONU en la ciudad de Nueva York Reuters

Terminada su clase magistral, Netanyahu ha arremetido contra Occidente, a quien ha acusado de enviar un mensaje antisemita de que "asesinar judíos tiene recompensa", en relación a la reciente oleada de reconocimientos del Estado palestino por numerosos países, apenas unos días después de que una comisión de Naciones Unidas concluyera que Israel comete genocidio en Gaza.

"Muchos de los que critican a Israel en público, me dan las gracias a puerta cerrada por ayudarles a evitar atentados terroristas en privado", ha continuado, tras asegurar que "Israel está luchando por todos".

"No sucederá"

"Los palestinos no creen en la solución de los dos Estados", ha afirmado Netanyahu. "A Hamás le molesta la existencia de un Estado judío”, ha añadido, extendiendo la crítica también a la Autoridad Nacional Palestina, a la que ha tildado de "corrupta".

El jueves, Mahmud Abás, el presidente de la ANP, que gobierna en Cisjordania, intervino de forma telemática en la Asamblea —después de que Donald Trump le revocara el visado y le impidiera viajar a Nueva York— y aseguró que Hamás no tendrá ningún papel en Gaza después de la guerra.

Netanyahu, sin embargo, ha rechazado en numerosas ocasiones la fórmula de los dos Estados. "Darle un Estado a los palestinos es como darles Estados Unidos a Al Qaeda después del 11S", ha comparado. "No sucederá", ha enfatizado.

El QR de su solapa

Un detalle que no pasó inadvertido durante su intervención ha sido el código QR que llevaba en su solapa. Al escanearlo y abrirlo, el enlace lleva a una página web con imágenes explícitas y muy sangrientas de las matanzas de Hamás perpetradas el 7-O.

En ésta página, a la que se accede sin restricciones más allá de un aviso de contenido sensible, se muestran imágenes de soldados con los rostros desfigurados y el pecho bañado en sangre, pero también fotos y vídeos de las víctimas de la masacre en el festival Supernova de música de Reim, donde hubo 364 asesinados y 40 secuestrados.

Paralelamente, Israel también ha desplegado una campaña propagandística por toda la ciudad de Nueva York, que incluye desde camiones a dos carteles en Times Square donde se lee "Recuerden el 7 de octubre".

España, ausente

Ningún miembro de la delegación española estuvo presente durante la intervención de Netanyahu, según confirmaron fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores. Así, España no estuvo entre la decena de países que de manera ostentosa se levantaron y abandonaron la sala justo cuando el mandatario hebreo iba a hablar.

España se puso de acuerdo con otros países europeos para no asistir al discurso y marcar así sus distancias con Israel en un momento de creciente aislamiento diplomático de Tel Aviv y en plena ola de reconocimientos del Estado palestino.

Al tratarse de la última jornada de la semana ministerial, son pocos ya los jefes de Estado y de Gobierno que aún siguen en Nueva York y asisten a las intervenciones desde la tribuna de la ONU.

Tanto el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, como el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, abandonaron Nueva York el jueves. El rey Felipe VI regresó el miércoles.

En ausencia de todos ellos, la representación española en la sala podría haber recaído en un secretario de Estado o en el representante permanente de España ante Naciones Unidas, Héctor Gómez, u otro diplomático de menor rango. Sin embargo, no ha habido ninguna representación.