La India de Narendra Modi pagará los platos rotos. Donald Trump anunció ayer a través de su plataforma Truth Social que impondrá a partir de agosto —es decir, a partir de este mismo viernes— un arancel del 25 por ciento a sus exportaciones. El presidente de Estados Unidos confirmó que, además, multará a Nueva Delhi por sostener la maquinaria bélica del Kremlin en Ucrania con las compras de gas y petróleo ruso.
“Recuerden que, aunque la India es nuestro aliado, a lo largo de los años hemos hecho relativamente pocos negocios con ellos porque sus aranceles son demasiado elevados, de los más altos del mundo, y tienen las barreras comerciales no monetarias más estrictas y desagradables de todos los países”, escribió Trump en su red social.
“Además, siempre han comprado la gran mayoría de su equipo militar a Rusia y son, junto con China, el mayor comprador de ENERGÍA de Rusia, en un momento en el que todo el mundo quiere que Rusia DETENGA LA MATANZA EN UCRANIA. ¡NADA BUENO! POR LO TANTO, LA INDIA PAGARÁ UN ARANCEL DEL 25 %, MÁS UNA MULTA POR LO ANTERIOR, A PARTIR DEL 1 DE AGOSTO”, zanjó (sic) el mandatario estadounidense, que evitó concretar la cuantía de la sanción.
Cristaliza, así, la amenaza de Trump sobre los aranceles “secundarios” contra los países que, como India, decidieron mantener sus relaciones comerciales con la Rusia de Vladímir Putin después de que ordenara la invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022. Otros países señalados por el mismo motivo son China y Brasil, miembros de los BRICS, el bloque de economías emergentes que también acoge en su seno a la India.
El anuncio se enmarca tanto en la guerra arancelaria de la Casa Blanca contra medio mundo como en el cambio de postura gradual de Trump sobre la guerra en Ucrania. Este martes, sin ir más lejos, el presidente de Estados Unidos acortó el plazo inicial de 50 días que había ofrecido a su homólogo ruso para sellar un alto el fuego en Ucrania. Putin sólo tendrá 10 días para hacerlo. En el Kremlin dicen haber tomado nota, claro, pero Trump admite que no alberga grandes esperanzas.
“Trump lleva tiempo hablando con dureza y amenazando con imponer aranceles severos a la India. Por lo tanto, esto no habría sido una sorpresa para Nueva Delhi. Seguramente esperaban algo así”, traslada a este periódico Praveen Donthi, analista senior para India del International Crisis Group.
El anuncio del mandatario estadounidense llegó a falta de tres días de la fecha límite para la entrada en vigor de las tarifas. En abril, Trump amenazó a la India con aranceles del 26 por ciento. Ayer, recibió un punto porcentual menos, es cierto, pero encajó cinco puntos porcentuales más que otros países asiáticos, como Indonesia, Filipinas, Vietnam y Japón. India sale mal parada.
El presidente de Estados Unidos coloca a Modi contra la espada y la pared, algo que el líder nacionalista hindú no preveía teniendo en cuenta la buena sintonía con Trump que heredó de su primer mandato. El comercio bilateral entre Washington y Nueva Delhi ascendió el pasado año hasta los 130.000 millones de dólares. Un volumen significativo para sus respectivas economías, sobre todo para la india.
“El anuncio de Trump pone de manifiesto el fracaso de Modi a la hora de conseguir una influencia significativa en Washington”, apunta Sushant Singh, profesor de Estudios del Sur de Asia en la Universidad de Yale, en diálogo con EL ESPAÑOL. “A pesar de años de intercambios de alto nivel, las gestiones de Modi no han protegido a la India de las drásticas represalias comerciales estadounidenses, lo que deja claro que las relaciones personales significan poco en el duro cálculo de los intereses de Estados Unidos”.
“Los aranceles de Trump no son una buena noticia para nadie, y definitivamente tampoco para la India. Pero el comportamiento transaccional y las amenazas de Trump solo pueden llegar hasta cierto punto”, indica, por su parte, la investigadora Sriparna Pathak. “Estados Unidos quiere que la India abra su sector agrícola a los productos estadounidenses. Sin embargo, la India es principalmente una nación agraria y, antes que el comercio exterior, está la protección de la economía nacional, en la que la agricultura desempeña un papel importante”.
El Gobierno de Modi, que evalúa a marchas forzadas el impacto potencial de los aranceles, “tomó nota” del anuncio de Trump. El Ministerio de Asuntos Exteriores de la India subrayó ayer a través de un comunicado que, desde el pasado mes de abril, las partes han mantenido una serie de negociaciones “para concluir un acuerdo comercial bilateral justo, equilibrado y mutuamente beneficioso durante los últimos meses”. Un objetivo con el que Nueva Delhi “sigue comprometido”.
El Congreso Nacional Indio de Rahul Gandhi, principal fuerza de oposición, calificó el arancelazo de Trump como un “fracaso catastrófico” de la diplomacia de Modi, y no tardó en pedir explicaciones al primer ministro. El secretario general del Congreso, K.C. Venugopal, se preguntó en la red social X si Modi se armará de valor para plantar cara a Trump —como ha hecho, por ejemplo, el presidente brasileño Lula da Silva, con drásticas consecuencias— o si, por el contrario, intentará apaciguarlo. La pregunta es pertinente.
“Las reuniones entre las delegaciones comerciales de ambas partes continuarán y aún hay esperanzas de que se pueda alcanzar un acuerdo mutuamente respetuoso”, recuerda Pathak. Singh, en cambio, se muestra menos optimista: “Meses de negociaciones se han desmoronado y un acuerdo importante parece prácticamente muerto, con la India pagando el precio económico de los errores diplomáticos del primer ministro”.
Donthi se limita a recordar el patrón de conducta del inquilino de la Casa Blanca: “Trump cree en empezar muy alto y bajar poco a poco, según su arte de negociar. Es posible que lo reduzca más adelante”.
Moscú como pretexto
¿Qué peso tiene la relación de Modi con Putin en la decisión de Trump? “Al presentar el comercio de la India con Rusia como un factor que favorece el conflicto de Ucrania, Trump justifica las medidas punitivas y socava la posición de Modi en la escena internacional”, responde Singh, que considera que “la acusación, más que una excusa, es una jugada calculada para obtener concesiones o castigar la rebeldía de la India, en lugar de romper las relaciones por completo”.
“El episodio deja claro que la apuesta de Modi por alinearse ha fracasado, dejando a la India aislada y expuesta”, zanja en este sentido el profesor de Yale.
“Estados Unidos y Occidente han estado tratando de alejar a la India de Rusia. Pero las relaciones entre la India y Rusia han sido probadas por el tiempo y tienen una base sólida. No será fácil para la India alejarse rápidamente, pero ha mostrado su intención de reequilibrar la situación diversificando su equipamiento de defensa”, añade por su parte Donthi, que coincide en que “es probable que Trump esté invocando el factor Rusia para justificar la imposición de aranceles a una nación amiga”.