La Corte Suprema brasileña ha ordenado este lunes el bloqueo de las cuentas bancarias del diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente Jair Bolsonaro y acusado de promover sanciones del Gobierno de Donald Trump a Brasil en represalia al proceso por golpismo por el que responde el líder ultraderechista.
La medida también incluye la prohibición de comunicarse con su padre, a quien el Supremo ya ha advertido por el incumplimiento de la medida cautelar que le prohíbe utilizar las redes sociales, ya sea de manera directa o indirecta, so pena de ir a prisión.
De hecho, desde el viernes pasado, el exmandatario (2019-2022) está bajo nuevas medidas cautelares en el marco de su juicio por golpismo, entre las cuales están el uso de la tobillera y la de no poder dar entrevistas en las redes sociales.
Eso último podría llevarle a prisión después de que hayan aparecido en las últimas horas vídeos en varias plataformas digitales en los que Bolsonaro pronuncia un discurso ante varios seguidores en la Cámara de Diputados, donde además mostró la tobillera electrónica que está obligado a utilizar por orden de la Corte.
Por su parte, Eduardo Bolsonaro ha calificado la decisión judicial que le afecta de "arbitraria y criminal" y acusó al magistrado Alexandre de Moraes de querer silenciar sus denuncias ante la comunidad internacional.
"Esto no afectará para de ninguna manera mi batalla ni me hará abandonar el compromiso que asumí con todos los brasileños cuando fui elegido: defender con mi propia vida, si es necesario, la libertad de los brasileños", señaló en un mensaje publicado en redes.
"Sólo descansaré cuando Alexandre de Moraes sea sancionado", añadió. De Moraes es el juez instructor del caso por el intento de golpe de Estado ocurrido el 8 de enero de 2023, cuando una horda de simpatizantes de Jair Bolsonaro atacó las tres sedes del poder, una semana después de que Luiz Inácio Lula da Silva asumiera la jefatura de Estado.
Al justificar una serie de medidas restrictivas que le impuso el viernes al expresidente, el juez alegó que Bolsonaro y su hijo Eduardo buscaron "inducir, instigar y ayudar" al Gobierno de Donald Trump "a la práctica de actos hostiles contra Brasil".
Según el juez, con las sanciones, ambos intentan presionar a las autoridades brasileñas a "archivar" la causa por golpismo.
El proceso que enfrenta el exjefe de Estado (2019-2022) y que puede condenarlo a una pena de 40 años de prisión, fue el principal motivo que llevó a Trump a anunciar un arancel del 50% adicional a las importaciones brasileñas a partir del 1 de agosto.
El líder republicano justificó la medida como una reacción a la "caza de brujas" que sufre Bolsonaro y condicionó su levantamiento a la suspensión del proceso contra el expresidente.
En el capítulo más reciente de la crisis, el Gobierno de Trump anunció la suspensión de la visa de entrada a Estados Unidos a magistrados de la Corte Suprema, luego de que el tribunal le impusiera las medidas restrictivas al líder ultraderechista, entre las cuales el uso de una tobillera electrónica.