Agencias

La Fiscalía abrió un nuevo caso penal contra Hunter Biden, hijo del presidente estadounidense, Joe Biden, anunció este jueves la cadena CNN. La corte federal de Los Angeles le imputa nueve cargos fiscales, incluido el incumplimiento de declarar y pagar impuestos y declaración de impuestos falsa.

Según el Washington Post, tres son delitos graves y otros seis son delitos menores y, en caso de ser declarado culpable podría ser sentenciado a cuatro años de cárcel. En un documento de 56 páginas, los fiscales acusan a Biden de no pagar al menos 1,4 millones de dólares en impuestos federales durante un período de cuatro años desde 2016 hasta 2019.

El hijo de Biden, de 53 años, está ya imputado por tres cargos relacionados con la compra y posesión de armas, que es ilegal cuando se trata de una persona con adicciones, y que él adquirió en 2018.

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La Cámara de Representantes de EEUU, bajo el control republicano, también está investigando a Biden en el marco de las pesquisas abiertas contra su padre por supuestas irregularidades, como tráfico de influencias para beneficiar a familiares en negocios.

Dentro de estas averiguaciones, el hijo del presidente está llamado a testificar ante el Congreso el próximo miércoles 13 de diciembre.

El pasado mes de octubre, Hunter Biden se declaró no culpable ante un tribunal en Delaware de los cargos que se le imputan por comprar una pistola en 2018, mintiendo al afirmar que no estaba consumiendo drogas, a pesar de que admitió posteriormente que estaba luchando contra su adicción al crack. 

Meses antes, en julio, se había declarado culpable de dos delitos fiscales para evitar la prisión. Concretamente, se le acusaba de no haber declarado los ingresos que obtuvo en 2017 y 2018.

El acuerdo al que llegó Biden fue la renuncia de la Fiscalía a llevarle a juicio por otros casos, incluyendo el de poseer un arma de fuego. Sin embargo, la jueza encargada, Maryellen Noreika, expresó durante la vista dudas sobre si dicho acuerdo podía incluir la inmunidad de Biden.

Después, el pacto volvió a ponerse sobre la mesa, aunque con una matización: aunque este acuerdo incluyese los delitos fiscales, la posesión de armas o el consumo de drogas, no eximía a Biden de otras investigaciones que pudiese haber contra él, como se está dando ahora. 

Juicio en campaña

Los cargos contra el hijo del mandatario demócrata son el resultado de una investigación que se abrió en 2018 durante el Gobierno de Donald Trump (2017-2021) y que el propio exmandatario, ahora aspirante a la nominación presidencial republicana, ha usado para atacar a Biden, con quien podría enfrentarse en las elecciones de 2024.

La investigación, que ya dura cinco años, desembocó este año en un acuerdo entre la defensa de Hunter Biden y el equipo de acusación, liderado por el fiscal David Weiss, nombrado por Trump, que podría haber puesto fin al drama judicial.

Sin embargo, ese pacto colapsó y ahora Hunter Biden se enfrenta a un juicio que probablemente se desarrolle en plena campaña para los comicios de noviembre de 2024.