La tensión que la crisis migratoria ha provocado en la frontera entre Perú y Chile ha llegado hasta las cancillerías de ambos países, que han reaccionado a una supuesta falta de colaboración y a comentarios de un alcalde peruano que tildó al mandatario chileno, Gabriel Boric, de "irresponsable".

El Ministerio de Relaciones Exteriores convocó al embajador de Chile en Perú para expresarle "su protesta por la falta de colaboración mostrada por las autoridades policiales chilenas, la cual ha generado los acontecimientos producidos" el jueves.

Ese día hubo enfrentamientos en la frontera común, tras los cuales un grupo de migrantes burló el cordón policial y se lanzó a cruzar en medio del árido desierto, si bien muchos de ellos fueron interceptados y devueltos.

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Horas después, el alcalde de Tacna, la región sureña limítrofe con Chile, Pascual Güisa, se refirió al presidente chileno como un "innombrable e irresponsable", señalando que su administración "está trasladando el problema (migratorio) a la frontera".

Estos incidentes ocurrieron en el primer día del estado de emergencia decretado por el Gobierno peruano en Tacna y en todo el resto de distritos y provincias de los departamentos fronterizos con Ecuador, Colombia, Brasil y Chile.

En medio de esos sucesos, el primer ministro de Perú, Alberto Otárola, exhortó a Boric, a que "solucione sus problemas y que no los tire hacia otro país", en alusión a la crisis migratoria que afecta a la frontera entre ambos países, donde cientos de personas se encuentran varadas desde hace días.

"Lo que le pedimos al presidente Boric y a los demás presidentes (es) que solucionen sus problemas y que no los tiren hacia otro país", declaró Otárola a la prensa.

El primer ministro agregó que el Gobierno peruano está conversando "activamente" con las autoridades migratorias chilenas para resolver la tensión en este punto fronterizo, que se recrudeció tras su militarización.

Aseguró que la crisis migratoria "no afecta" a las relaciones diplomáticas con Chile sino que, al contrario, "obliga" a ambos países "a cooperar activamente".

En esa línea, el ministro del Interior, Vicente Romero, confirmó que están enviando 390 agentes de la Policía Nacional y un contingente de las fuerzas armadas a partir del viernes para controlar la situación en la frontera, ante la presencia de un grupo de extranjeros que quieren ingresar al país de forma irregular.

Romero llegó la noche del jueves al complejo Santa Rosa, ubicado en la región de Tacna, para verificar los servicios en ese puesto limítrofe y supervisar "los problemas que tenemos sobre la crisis migratoria", según declaró a los periodistas en el lugar.