Ciudad de México

No llevar mascarilla. Ese fue el terrible delito que llevó a la detención y supuesto asesinato de Giovanni López a manos de policías municipales en el estado de Jalisco el pasado 4 de mayo.

Este albañil de 30 años fue arrestado y, poco más de 24 horas después, sus familiares recogieron su cadáver en el hospital, con golpes, contusiones y un balazo en la pierna. El caso, ocurrido en  Ixtlahuacán de los Membrillos, a unos 40 kilómetros de Guadalajara, la capital de Jalisco, durmió durante un mes, hasta que el vídeo de la detención, en el que se ve como le meten a la fuerza en un coche patrulla y un profeta grita de fondo “si lo matan ya sabemos”, se publicó el 3 de junio y convirtió a Giovanni en el George Floyd de México. 

Al igual que en el caso del ciudadano estadounidense asfixiado bajo la rodilla de un policía en Minesota, el vídeo, la imagen, liberó una tensión acumulada en forma de manifestaciones. Si en Estados Unidos es el racismo, en México el disparador es la brutalidad policial y los abusos sistemáticos de las fuerzas del orden tienen en su cuenta matanzas extrajudiciales como Tatlaya, Apatzingán o Tanhuato; más del 90% de los delitos denunciados jamás se resuelven y solo cuatro de cada diez personas no confían ni en los municipales ni en los estatales. 

En México, durante un momento que el coronavirus se cobra entre 300 y 600 personas al día y y sus más de 14.000 muertos lo convierten en el séptimo país del mundo en el podio rojo pero no hay una obligación de que la población esté recluida, miles se lanzaron a la calle en Ciudad de México y Guadalajara para protestar por los abusos policiales durante el primer fin de semana de junio. 

Es irónico y triste que las protestas en Gaudalajara, la segunda ciudad del país, se saldarán con más denuncias de detenciones arbitrarias y abuso policial. Por ejemplo, seis de los detenidos fueron trasladados la mañana del martes al penal de máxima seguridad de Puente Grande, en Jalisco, según ONGs, sin avisar a su defensa ni presentar pruebas.  

El caso de Giovanni y las protestas además puede considerarse uno de los primeros lances de la batalla electoral que se dará entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y los gobernadores de oposición para las elecciones intermedias de 2021.

En ellas se juegan cerca de la mitad de los gobiernos estatales y la Cámara de Diputados entera; a la que seguirá la consulta anunciada para 2022 en la que se hará un referéndum para ver si López Obrador sigue o no en la presidencia. Y uno de los gobernadores más beligerantes contra el presidente es Enrique Alfaro, vinculado al Partido de Acción Nacional y Movimiento Ciudadano, asimilables al Partido Popular y Ciudadanos españoles. 

Alfaro acusó a López Obrador de estar detrás de las protestas en Jalisco ("Detrás de todo lo que está sucediendo de este caso en Jalisco hay intereses, muy precisos y muy puntuales, construidos desde la Ciudad de México, desde los sótanos del poder").

Abusos policiales

El presidente le pidió pruebas de su acusación y Alfaro reculó. Y, ante los evidentes abusos que estaban ocurriendo en Guadalajara, ordenó liberar a la mayor parte de los detenidos y asegurarse que los que estaban sin localizar volvieran a sus casas. 

La mascarilla es un símbolo del choque entre las dos políticas ante la pandemia: López Obrador y el gobierno federal que no quiso usar la fuerza pública para implementar las medidas sanitarias, y Alfaro y su gobierno estatal, que mandató a las policías obligar a la gente a cumplirlas.  

Fue la calle lo que llevó a que la Fiscalía estatal asegurase que el 5 de mayo ya le habían informado de la detención y muerte de Giovanni y que había iniciado una investigación. Lo que es curioso es que fuera después de todo el ruido que se anunciase la detención del comisario de la policía municipal de Ixtlahuacán y dos mandos medios y hasta entonces siguieran trabajando sin que nadie los molestase. 

En Ciudad de México, el pasado viernes hubo una primera marcha que incluyó piedras, cócteles molotov contra la embajada de Estados Unidos, destrozó de locales comerciales... la policía de la capital llegó al final, pero le bastó para patear la cabeza a una de las manifestantes, que resultó ser una menor de edad llamada Melanie y tuvo que ser ingresada.

Esto llevó a que este lunes se convocará en la capital una nueva marcha, en protesta principalmente por la agresión a la adolescente de 16 años pero también por los abusos policiales. Las manifestantes fueron principalmente grupos de mujeres y algunos encapuchados durante la manifestación se registraron diversos daños a negocios y edificios.

En el contexto de esta batalla política, López Obrador presentó este martes un supuesto documento confidencial que propone una estrategia para debilitarle a él y su partido de cara a las elecciones intermedias de 2021 y acusó de complot a un Bloque Opositor Amplio de opositor que incluye periodistas, políticos y empresarios. Muchos de los supuestos promotores se han deslindado aunque han remarcado que tratar de organizarse es un derecho de la oposición.

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