El choque de trenes entre las dos Venezuelas se acentúa. Mientras el aparato del chavismo intenta inundar los medios y las redes sociales de mensajes de normalidad en los que se subraya que la huelga de 48 horas convocada por la oposición no ha triunfado, las imágenes de autopistas vacías, comercios cerrados y barricadas han puesto en evidencia la profunda brecha que atraviesa al país latinoamericano.

Además, se han producido nuevos enfrentamientos entre los manifestantes y los cuerpos de seguridad, que dejaron al menos dos muertos y 150 detenidos en la primera jornada paro. Las víctimas, un hombre de 30 años y un adolescente de 16, fallecidos en el estado occidental de Mérida y en Caracas respectivamente, elevaron a 102 los muertos que hasta ahora ha dejado la ola de protestas opositoras que sacude al país desde hace casi cuatro meses.

Dos personas muertas en la segunda jornada de huelga general contra Maduro

Los opositores han valorado de forma muy positiva el seguimiento de las primeras horas del ‘trancazo’. Aunque no hay cifras oficiales, Caracas ha cumplido “adecuadamente” el paro y los estados de Mérida y Táchira están paralizados “en su totalidad”, según el diputado Carlos Paparoni. El bloqueo de las calles y la presencia de piquetes se ha notado más en los feudos antichavistas de Caracas, principal escenario de la confrontación.

El opositor Leopoldo López ha protagonizado la primera expresión de esta división cuando faltan poco más de 72 horas para que se celebre la votación de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). “La amenaza que representa Nicolás Maduro y su proyecto de la Constituyente busca dos cosas: el aniquilamiento del estado democrático y la sumisión absoluta del pueblo venezolano”, ha advertido en un mensaje en vídeo de 15 minutos de duración en el que ha arengado seguir las protestas y sumarse al ‘paro cívico’.

El líder del partido Voluntad Popular, en arresto domiciliario desde principios de este mes, ha llegado a pedir incluso la colaboración del Ejército para evitar que se cumpla la elección de la nueva ANC. La votación, en la que la oposición ha rechazado participar, supondrá el primer paso para redacción de una nueva Constitución. Los detractores de Maduro tachan este movimiento del presidente venezolano como un autogolpe de Estado y un paso más hacia un estado autoritario con los poderes necesarios para deshacerse de los sectores incómodos.

Las últimas horas prueban que el chavismo que lidera Nicolás Maduro está dispuesto a ganar la batalla recurriendo a todas las armas. Tres de los jueces designados por la oposición la semana pasada para renovar el Supremo duermen entre rejas tras las detenciones practicadas por el Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia), una suerte de policía política del país.

Según el diputado opositor Tomás Guanipa “camionetas blancas sin matrícula” llevan a cabo redadas en varios edificios de viviendas de Caracas y se han producido al menos 60 arrestos, según su relato.

Zapatero, mediador

A pesar de la escalada de tensión que vive Venezuela, hay tímidas esperanzas para que ambas partes dialoguen en búsqueda de una solución pactada. Héctor Rodríguez, jefe de campaña del chavismo y candidato a la ANC, ha asegurado que una negociación con la oposición “no solamente es posible, sino necesaria”.

“Negociación para claudicar, no. Diálogo para administrar el conflicto político de forma pacífica y democrática va a seguir existiendo”, ha matizado en una entrevista a Unión Radio.

Fuentes gubernamentales aseguran que durante los últimos días se han celebrado en Caracas una serie de reuniones para tratar de conseguir un pacto entre el Gobierno y la oposición en las que el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero ha sido el principal mediador, informa Efe.

Sanciones de EEUU

El mayor triunfo de esta primera jornada de huelga que la oposición quiere coronar el viernes con la llamada ‘toma de Caracas’ ha sido la reacción de la comunidad internacional. El Gobierno de EEUU ha elevado el tono al advertir que la celebración este domingo de la ANC puede suponer un punto de no retorno para el Ejecutivo de Maduro y el “fin de la democracia en Venezuela”. En la misma línea, un grupo de 13 países de la OEA ha exigido a Maduro que suspenda la Constituyente y respete la voluntad popular expresada el pasado 16 de julio en la consulta organizada por la oposición.

Además, la administración Trump, ha impuesto este miércoles sanciones contra 13 funcionarios de Nicolás Maduro por abusos de derechos humanos y corrupción. Entre los afectados por esta medida de presión de Washington aparecen nombres destacados del chavismo como la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisnay Lucena o el máximo responsable de la Policía Nacional Bolivariana, Carlos Alfredo Pérez.



Pese a incluir en su lista a un alto cargo de PDVSA, el Gobierno del presidente Donald Trump no llegó al punto de imponer sanciones más amplias que pudieran afectar a todo el sector petrolero de Venezuela, aunque advirtió de que no ha descartado esa opción.

Por su parte, la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, ha pedido rebajar la tensión y “tomar medidas urgentes para restablecer la confianza”.