Buenos Aires
Efectivos de la Policía federal de Argentina han realizado allanamientos este jueves en once propiedades de la expresidenta Cristina Fernández viuda de Kirchner y sus hijos, Máxima y Florencia, que son investigados por la justicia por presunto lavado de dinero proveniente de la corrupción.
Las requisas tuvieron lugar en inmuebles de la ciudad de Río Gallegos y las localidades de El Chaltén y El Calafate, en la provincia de Santa Cruz, unos 3.500 kilómetros al sur de Buenos Aires, donde la ex jefa de Estado se ha recluido a vivir, al pie del glaciar andino Perito Moreno.
Entre bellos parajes de la Patagonia argentina, los Kirchner tienen el hotel "Los Sauces", de categoría exclusiva, con 18 habitaciones -seis en suite-. Su página web lo define como "una opción de lujo y sofisticación" que "recrea el espíritu refinado de las estancias (cortijos terratenientes)".
Se calcula que invirtieron allí al menos el equivalente a 1,8 millón de euros en este negocio y crearon una sociedad anónima, también denominada "Los Sauces", cuyos directores son la expresidenta y sus hijos.
Los principales huéspedes del hotel "Los Sauces" fueron Lázaro Báez y Cristóbal López, dos empresarios amigos de los Kirchner y adjudicatarios de obras públicas y salas de juego, respectivamente, en los Gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina (2007-2015)
Por eso el juez federal Claudio Bonadio investiga si esos alquileres de habitaciones no eran, en verdad, comisiones ilegales que Báez y López pagaban a los Kirchner como una forma de 'devolución de favores' por las habilitaciones del Estado para llevar adelante sus negocios.
Cristina Kirchner se encuentra sitiada por la justicia. Bonadio, a quien ella ha recusado por supuesta parcialidad, la ha procesado por presunto fraude a la Administración pública, con maniobras de ventas de dólares a futuro a finales de su Gobierno.
Y, además, afronta las causa penales por presunto lavado de dinero a través de "Los Sauces" y otro establecimiento turístico, "Hotesur", en el que más o menos se repetían los alquileres de habilitaciones, sobre todo, a las empresas de Báez y López.
Los jueces que investigan delitos de corrupción política no sólo parecen ir a por la exmandataria. En las últimas semanas han procesado a decenas de exfuncionarios kirchneristas, desde el exvicepresidente Amado Boudou hasta los exministros de Economía y Planificación, Axel Kicillof y Julio De Vido, respectivamente.
En la prisión de Ezeiza, ubicada a las afueras de Buenos Aires, están encerrados el propio Báez -amigo de los Kirchner y, según la prensa bonaerense, supuesto testaferro de la familia- más los ex secretarios de Transporte Ricardo Jaime y de Obras Públicas José López.
En un suceso que pareció sacado de la película "Entre tinieblas" de Pedro Almodóvar, López fue pillado 'in fraganti' cuando escondía nueve millones de dólares en el monasterio de las Monjas Orantes y Penitentes de la Virgen de Fátima, en General Rodríguez, 50 kilómetros al oeste de Buenos Aires.
El juez federal Daniel Rafecas lo ha procesado este jueves por enriquecimiento ilegal. Y la expresidenta Kirchner ha intentado desligarse de su antiguo secretario de Obras Públicas al declarar en Facebook: "Yo no le di el dinero", se excusó y sugirió investigar a "la parte privada" (empresarios).

Noticias relacionadas