La víctima se llamaba Mariam Cissé y apenas tenía 20 años. Era una joven muy conocida en redes sociales como TikTok, donde contaba con más de 150.000 seguidores.
Con ellos compartía escenas cotidianas de su pueblo, ubicado en la región de Tombuctú, o de ella misma hablando de diferentes temas.
La joven fue secuestrada el jueves pasado, 6 de noviembre, por unos hombres armados no identificados, a bordo de motos, mientras grababa vídeos en el mercado del pueblo, una zona donde el gobierno central es casi inexistente.
Cuenta con poca presencia del Ejército y además es conocida por la actividad de los yihadistas del Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes (JNIM por sus siglas en árabe, leal a Al Qaeda).
Al día siguiente, los secuestradores volvieron al pueblo con Cissé y la llevaron a la plaza de la Independencia donde la asesinaron frente a los ciudadanos que estaban presentes en el lugar, incluidos miembros de su propia familia.
Su hermano, obligado a presenciar la ejecución, relató que los yihadistas la detuvieron bajo la acusación de haber informado al ejército sobre sus movimientos. "Fue devastador", expresó.
Según fuentes locales, los yihadistas acusaron a la joven influencer de colaborar con el ejército del país, al aparecer en algunos vídeos en TikTok en uniforme militar, y por su activismo en las redes. Sin embargo, ningún grupo yihadista ha reivindicado por ahora el asesinato.
Su ejecución, calificada por fuentes de seguridad como un acto de "barbarie" y por un funcionario local como "innoble", busca —según las autoridades— infundir miedo y desalentar el respaldo civil a las fuerzas gubernamentales.
El asesinato ha conmocionado a la sociedad maliense y provocado críticas entre activistas, artistas y políticos, con excepción de los sectores religiosos fundamentalistas que no se pronunciaron.
La exministra de Mali Raky Takka y actual miembro del Consejo Nacional de la Transición, que actúa como parlamento del país, condenó el asesinato de la joven y llamó a los organismos feministas de Mali a rendirle un homenaje.
"Cissé fue objeto de tratamientos innobles antes de ser ejecutada de manera fría por haber asumido su patriotismo y sus convicciones por todo Mali", subrayó.
Según informaron fuentes locales, el gobierno de Tombuctú entregó víveres y una cantidad de dinero a la familia de Cissé.
Crisis de seguridad
Mali, gobernado por una junta militar desde el golpe de Estado de 2020, continúa sumido en una profunda crisis de seguridad debido a la actividad de grupos yihadistas vinculados tanto con el Estado Islámico como con Al Qaeda, responsables de frecuentes ataques contra las fuerzas armadas y la población civil.
Desde septiembre, vive una preocupante escalada de violencia yihadista, especialmente en el centro y oeste del país.
Los grupos armados no solo han incrementado sus ataques, sino que también han impuesto un bloqueo al suministro de combustible procedente de Senegal y Costa de Marfil.
Los insurgentes interceptan los camiones cisterna en los accesos a Bamako, los detienen y los incendian, generando una severa escasez de carburante en todo el territorio.
Ante la falta de combustible, muchos malienses recurren a un floreciente mercado negro para abastecerse.
La creciente inseguridad y el impacto económico de la crisis han llevado a varios países, entre ellos España, Estados Unidos, Alemania, Italia y Francia, a recomendar a sus ciudadanos que consideren abandonar Malí por los riesgos asociados a la situación.
