Igor Nesterov, excombatiente en Ucrania y entrenador del campeón olímpico de boxeo Alexander Povetkin, murió en combate en Mali, según informó una fuente de inteligencia militar ucraniana al diario Kyiv Independent.
La muerte de Nesterov fue confirmada el 16 de julio por la promotora World of Boxing, quien lo describió como caído en acción, sin aportar más detalles sobre las circunstancias.
La información oficial sobre el hecho ha sido escasa, y Rusia no ha emitido ningún comunicado institucional.
Nesterov, identificado como miembro del grupo Wagner, participó desde el inicio en la invasión rusa a gran escala de Ucrania en febrero de 2022.
Las autoridades ucranianas lo califican como criminal de guerra. Según las fuentes, existen imágenes que lo ubican junto a otros soldados rusos durante las fases iniciales del conflicto, aunque su rol exacto dentro del campo de batalla no ha sido precisado.
Antes de vincularse con la red paramilitar, Nesterov era una figura conocida en el deporte ruso. Trabajó desde finales de los años noventa con Povetkin, uno de los púgiles más célebres del país, y presidía la federación de boxeo en Chekhov, en la región de Moscú.
También participó activamente en la promoción del boxeo a nivel local. Su relación con Povetkin era estrecha, y se le consideraba un miembro de confianza en su equipo de entrenamiento.
Povetkin, retirado del boxeo profesional, ha respaldado públicamente la narrativa del Kremlin sobre la guerra en Ucrania, refiriéndose a la invasión como una lucha contra el "nazismo", en línea con la propaganda estatal difundida desde Moscú.
En 2022, apareció en varios medios defendiendo las acciones de Vladimir Putin, lo que provocó críticas por parte de organismos deportivos internacionales.
El grupo Wagner, conocido por sus métodos brutales en Ucrania, Siria y África, continúa presente en Mali a pesar de los anuncios sobre una posible retirada.
La fuente ucraniana señaló que sus filas siguen sufriendo bajas en ese país africano, donde combaten junto a las fuerzas gubernamentales contra insurgencias islamistas.
La milicia ha sido señalada como responsable de múltiples atrocidades, incluidas detenciones arbitrarias, torturas y desapariciones forzadas en prisiones clandestinas en Mali desde al menos 2021, según una reciente investigación periodística.
Wagner, que protagonizó una insurrección fallida contra el Kremlin en 2023, opera como un brazo informal de la política exterior rusa, asegurando intereses estratégicos y económicos en África.
Su implicación en conflictos como los de Libia, República Centroafricana y Mali se ha traducido en un rastro documentado de violencia y represión contra civiles.
La muerte de Nesterov pone nuevamente el foco en la actividad de Wagner tras la desaparición de su líder, Yevgeny Prigozhin, y en su papel persistente como herramienta de influencia rusa en el continente africano.