Agencias

Los ataques de los grupos armados han obligado a más de 202.000 personas a abandonar sus hogares en la provincia de Ituri, en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC), desde enero de 2022. Así, se eleva a 1,6 millones el número de desplazados de esa división administrativa desde 2017.

"Esta espiral de violencia tiene consecuencias que requieren respuestas humanitarias urgentes y polifacéticas", destacó la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) para la RDC a través de su cuenta de Twitter. Más del 52% de los desplazados en la provincia de Ituri tienen menos de 18 años, señaló la entidad.

Ante esta oleada de violencia, la asesora especial de las Naciones Unidas para la prevención del genocidio, Alice Wairimu Nderitu, alertó el pasado enero del riesgo de que se produzca un genocidio.

Según la OCHA, más de 1,3 millones de personas en la provincia de Ituri se encuentran en un "contexto de recursos económicos limitados" que les impide comer lo que necesitan para mantenerse sanas. Además, miles de niños no tienen acceso al aprendizaje escolar.

Llegar a las comunidades afectadas es "limitado debido a la violencia y el estado de las carreteras", señala la OCHA, que cree necesitar alrededor de 316 millones de dólares para responder a las necesidades humanitarias de las personas desplazadas y buscar "soluciones duraderas" a los problemas de Ituri.

Gráfico de personas desplazadas internamente en la RDC, elaborado por la OCHA. Twitter

Algunas partes de la provincia de Ituri han visto durante los últimos meses una grave escalada de ataques de grupos armados, sobre todo por parte del grupo rebelde Cooperativa para el Desarrollo del Congo (Codeco), que representa a la comunidad lendu y se formó como grupo armado en 2018 para luchar contra los abusos del Ejército congoleño.

Algunas de las peores masacres han sido identificadas como actos represalia contra la milicia Frente Popular de Autodefensa de Ituri (FPAC-Zaire), que se describe como un grupo de autodefensa para proteger a la comunidad hema contra los ataques de Codeco. Las comunidades lendu (agricultores) y hema (pastores) mantienen una disputa desde hace tiempo que provocó miles de muertes entre 1999 y 2003.

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Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por las milicias rebeldes y el Ejército, pese a la presencia de la misión de la ONU en la RDC (MONUSCO), con 16.000 soldados sobre el terreno.

La ausencia de alternativas y métodos de subsistencia estables han empujado a miles de congoleños a tomar las armas y, según el Barómetro de Seguridad de Kivu (KST, en sus siglas en inglés), el extremo oriental de la RDC es campo de batalla de unos 120 grupos rebeldes.