Las claves
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Los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de Ucrania, Volodímir Zelenski, se reunieron este domingo en la residencia del magnate republicano en Florida, para abordar una salida negociada a la guerra de Ucrania.
"Durante estos últimos tres días hemos avanzado con las negociaciones. Han trabajado muy bien, hay distintos documentos y espero que todos estos documentos puedan traer la paz a Ucrania lo antes posible", declaró Trump ante los medios de comunicación.
"Creo que tendremos una muy buena reunión hoy", dijo Trump añadiendo que se encuentran "en la fase final de las negociaciones, o termina o se prolonga por mucho tiempo. Millones de personas más morirán, y nadie quiere eso". El líder estadounidense discutirá con Zelenski la propuesta de paz impulsada por Washington para poner fin a la guerra con Rusia, que en febrero cumplirá cuatro años.
Al ser preguntado por los periodistas sobre si cree que Putin se toma en serio conseguir la paz, Trump respondió: "Sí, creo que sí, creo que ambos lo hacen", en referencia al líder ruso y a Zelenski.
Sin embargo, sobre si la reunión de hoy conducirá a un acuerdo, Trump se mostró más evasivo: "Depende. Creo que tenemos las bases para un acuerdo", comentó Trump, quien no quiso fijar plazos para la resolución del conflicto, como ha hecho otras veces.
Trump indicó, además, que tiene previsto llamar al presidente de Rusia, Vladímir Putin, después de la reunión, tras haber hablado por teléfono con él unas horas antes del encuentro con Zelenski, en una conversación que calificó de "muy productiva". Según Ushakov, el asesor de política exterior del Kremlin, en esta llamada ambos mandatarios han compartido la idea de que "Ucrania debe tomar una decisión sobre el Donbás sin demora".
También han considerado que el alto al fuego temporal propuesto por la Unión Europea y Ucrania conducirá a una prolongación del conflicto. Putin y Trump volverán a hablar tras la reunión de Zelenski con el presidente estadounidense.
El presidente estadounidense ha confirmado también su intención de mantener una conversación, posterior a la reunión, con los líderes europeos, con el fin de continuar abordando los detalles del posible acuerdo de paz.
Mientras Zelenski busca esquivar un final fatal para su país y lograr un acuerdo que ponga fin a la invasión de Ucrania, el líder ruso aprieta el acelerador de su maquinaria de guerra sobre Kiev.
Con varias aspiraciones y puntos claros, como alcanzar un acuerdo concreto que otorgue garantías de seguridad a Ucrania, Zelenski aseguró previo a la reunión que "la paz es posible" subrayando que se trata de un proceso que debe avanzar "paso a paso".
La celebración de esta reunión fue anunciada por el propio Zelenski durante el pasado viernes y, desde aquel momento, las fuerzas rusas han golpeado con dureza a Ucrania, especialmente a Kiev, cuando el sábado dejaron allí decenas de heridos y, al menos, un muerto. En ese ataque, Rusia bombardeó las infraestructuras eléctricas, dejando a un tercio de la ciudad sin luz.
Previamente a este encuentro, Zelenski mantuvo una conversación telefónica con el primer ministro británico, Keir Starmer, en la que se han discutido los preparativos del encuentro con Trump. "Le informé sobre la situación en el frente y las consecuencias de los ataques rusos", escribió Zelenski en su cuenta de la red social X.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, durante su encuentro con Donald Trump
Zelenski busca paz
El mandatario ucraniano llamó la atención de todo el mundo cuando el 24 de diciembre presentó una propuesta de 20 puntos para terminar con la guerra elaborada entre Kiev y Washington. Desde aquel momento, los distintos jefes de diplomacia ucranianos, estadounidenses y rusos establecieron contactos, pero Rusia anunció a las pocas horas que rechazaba el plan.
Sin embargo, es posible que Zelenski y Trump salgan de la nueva reunión con otra propuesta que atraiga a Putin hacia la paz. De hecho, el presidente de Ucrania incluso reiteró su disposición a alcanzar algún tipo de compromiso territorial en el Donbás, uno de los puntos más complejos para Kiev.
Así, Zelenski adelantó el viernes a la prensa internacional que "en cuanto a los temas delicados, hablaremos tanto del Donbás como de la central nuclear de Zaporiyia". Pero para llegar a un acuerdo final en este asunto, el mandatario también señaló que cualquier decisión territorial deberá ser aprobada por el pueblo ucraniano en un referéndum.
Washington recibió con buenos ojos el anuncio de que Ucrania estaba dispuesta a consultar a sus ciudadanos sobre el futuro de su territorio y, a juicio de la diplomacia estadounidense, esta situación no dejaba de ser una señal que abre todo un abanico de posibilidades para redefinir las fronteras, según informó el diario Axios durante esta semana.
En el plan de paz que anunció Zelenski también se establecía un mecanismo de monitoreo para la seguridad del país cimentado en acuerdos estratégicos con EEUU y otros aliados europeos.
En este sentido, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha señalado durante esta madrugada que cualquier contingente europeo sobre suelo ucraniano será un "potencial objetivo ruso", lo que dificulta avanzar posiciones en materias de seguridad.
El futuro de la economía ucraniana tras la guerra será otro de los aspectos que Zelenski procure tratar con un Trump al que le iría bien marcarse un nuevo tanto en su marcador personal de cara a la entrada del nuevo año, especialmente tras la polémica reavivada durante la última semana por la desclasificación de nuevos archivos sobre el 'caso Epstein'.
De esta forma, el presidente de Ucrania también afirmó antes de su viaje hacia Estados Unidos que, en su encuentro con Trump, buscará discutir "posibles acuerdos" sobre la economía ucraniana, así como "redefinir" otros asuntos pendientes en los borradores del plan de paz que anunció el 24 de diciembre.
Zelenski partió hacia América este sábado y, antes de subirse al avión, remarcó que, a pesar de que todavía no podía detallar si firmaría algún acuerdo en EEUU o no, sí afirmó que su país estaba "abierto" a hacerlo.
"No malgastamos ni un solo día (...) se puede decidir mucho antes del Año Nuevo", declaró Zelenski desde suelo ucraniano antes de partir hacia EEUU.
Parada en Canadá
Canadá fue la primera parada de Zelenski en América, ya que él y su equipo tuvieron allí una primera reunión con el primer ministro del país, Mark Carney.
Durante su encuentro, que se produjo el sábado en Halifax, Carney anunció que su país enviaría a Ucrania ayudas por un valor de cerca de 2.500 millones de dólares canadienses (más de 1.500 millones de euros).
La ayuda anunciada por Carney será proporcionada en forma de instrumentos financieros estratégicos y con garantías de préstamo a beneficio de Ucrania en el Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo (una agencia del Banco Mundial).
Posteriormente, el propio Carney habló sobre la Guerra de Ucrania y destacó que para que haya paz "Rusia tiene que estar dispuesta".
A pesar de esto, Putin no parece hacer movimientos concretos para poner fin a la guerra: ataca masivamente Ucrania antes de la reunión de Zelenski y Trump y, además, esquiva negociaciones con representación ucraniana.
"La barbarie que vimos anoche —el ataque ruso del sábado a Kiev— muestra lo importante que es que apoyemos a Ucrania en estos momentos difíciles", remarcó Carney.
Líderes europeos
El sábado, Zelenski también habló con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, António Costa. La líder de la CE detalló que el objetivo es que Ucrania sea capaz de alcanzar "una paz justa y duradera" que preserve la soberanía del país y fortalezca las capacidades de seguridad y defensa del territorio.
El resto de los mandatarios con los que habló el presidente de Ucrania el pasado sábado fueron Emmanuel Macron (Francia), Alexander Stubb (Finlandia), Friedrich Merz (Alemania), Giorgia Meloni (Italia), Mette Frederiksen (Dinamarca), Donald Tusk (Polonia), Dick Schoof (Países Bajos), Jonas Gahr (Noruega) y Ulf Kristersson (Suecia). Por su parte, Mark Rutte, secretario general de la OTAN, y Jonathan Powell, asesor de Starmer, se encargaron de la coordinación de esta cita.
Mientras tanto, Pedro Sánchez ha quedado apartado nuevamente de estas conversaciones.
Un socio conflictivo
La expectativa para el encuentro entre los dos líderes es máxima y, al mismo tiempo, también hay mucha incertidumbre sobre su resultado. Y no es para menos. Durante la primera visita de Zelenski a la Casa Blanca, a principios de 2025, para buscar un acuerdo que pusiera fin a la guerra, Trump y el vicepresidente de EEUU, JD Vance, le abroncaron ante la prensa internacional.
"No tienes las cartas a tu favor ahora", le dijo Trump a Zelenski durante su primera visita, advirtiéndole de que estaba "jugando" con la vida de millones de personas y con la Tercera Guerra Mundial.
"Lo que estás haciendo es una gran falta de respeto para este país", continuó el presidente de Estados Unidos.
Trump, visiblemente enfadado, le dijo que Ucrania "está en muchos problemas" y que "va a ser difícil hacer un trato porque las actitudes deben cambiar".
Todo empezó cuando Vance cuestionó al líder ucraniano sobre los problemas para reclutar suficientes soldados y le reprochó que cada vez que recibe a un líder extranjero en su país lo haga en un "tour propagandístico".
Ante estas declaraciones, el presidente de Ucrania detalló que "todos tienen problemas" cuando se vive un conflicto, algo que el propio EEUU podría "sentir" si pasase por las mismas circunstancias.
En ese instante fue cuando todo estalló por los aires, aunque, previamente, la tensión ya estaba presente durante el principio de la conversación.
Meses después, Trump se reunió con Putin en Alaska y, al contrario que con Zelenski, el mandatario de EEUU le trató con honores y más respeto. Tras el encuentro, se anunciaron avances en las posturas para una eventual paz pero, nuevamente, todo fue papel mojado.
Trump y Zelenski se volvieron a reunir después de la cumbre en Alaska y, tras varios meses, repitieron. Algunas veces hablaron solos y otras acompañados de líderes europeos. Estos encuentros fueron más cordiales en comparación al primero, sin embargo, tampoco se consiguió materializar la paz.
A pesar de esto, el giro de Ucrania en relación a la cesión territorial y el visto bueno de Estados Unidos a esta postura podría abrir una nueva ventana de oportunidad, siempre y cuando Putin esté dispuesto a aceptar las nuevas propuestas que salgan de la reunión.
