El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se han conjurado este viernes en Dubái con el objetivo de cerrar de forma inminente el acuerdo entra la Unión Europea y Mercosur.



La situación de las negociaciones entre ambas partes para la firma de ese acuerdo ha ocupado la práctica totalidad de la reunión que ambos han mantenido en los márgenes de la inauguración de la cumbre del clima COP28 en Dubái.

Desde que España asumió la presidencia rotatoria del Consejo, Sánchez se había puesto como uno de sus principales objetivos lograr un acuerdo que se ha estado negociando durante dos décadas.

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En 2019 tuvo lugar la firma del acuerdo comercial, pero permanece pendiente la negociación de un anexo que certifique la protección del medio ambiente por parte de los países latinoamericanos ante la demanda planteada por varios socios europeos con Francia al frente.

Tras su reunión con Lula, Sánchez ha lanzado un mensaje en X en el que ha subrayado que "lograr ese histórico paso, bueno para ambas regiones, permitirá reforzar proyectos estratégicos en energías renovables, hidrógeno verde, lucha contra la deforestación o transición digital".

Pese a las dificultades existentes, ambos mantienen la confianza en que se consiga el objetivo en breve. Así, al despedirse, según han indicado fuentes del Gobierno español a EFE, ambos líderes han expresado su deseo de verse en Río de Janeiro la próxima semana porque eso sería señal de que el acuerdo se ha logrado.

El Ejecutivo baraja desde hace días la posibilidad de que Sánchez efectúe ese viaje, pero solo en caso de que haya noticias positivas sobre la finalización de las negociaciones.