Demostrar que hay problemas serios de seguridad en todo el país para después decir que no quería tomar el poder. Esa es básicamente la justificación que ha dado Prigozhin el líder de Wagner, el cuerpo de mercenarios rusos, acerca de por qué se rebelaron el pasado viernes contra Rusia. En una grabación de Telegram de once minutos difundida ayer, explica que solo "quería dar una master class de cómo habría que haber invadido Ucrania". Putin no ha tardado en responder. Afirma que los organizadores del golpe "serán llevados a la justicia", pero todavía son muchas las incógnitas que quedan abiertas. Por ejemplo, el líder de Wagner no ha respondido que negoció exactamente con Lukashenko, presidente de Bielorrusia, para detener el avance hacia Moscú y poner fin al motín. ¿En qué paradero se encuentra Prigozhin? ¿Cuáles serán sus próximos pasos? ¿Cuál es el futuro de Wagner a partir de ahora? y sobre todo, ¿cuál es el precio de la rebelión contra Rusia? Lo analizamos con Yago Rodríguez, director de Political Room y Guillermo Ortiz, filósofo y colaborador de EL ESPAÑOL. Además, la corresponsal en Ucrania, María Senovilla, nos cuenta la última hora desde Járkov.
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