Un tribunal belga ha prorrogado dos meses más la prisión provisional a la eurodiputada socialdemócrata griega y exvicepresidenta del Parlamento Europeo Eva Kaili, imputada por organización criminal, corrupción y blanqueo de dinero en la trama de sobornos en el Parlamento Europeo vinculada a Marruecos y Catar.

Kaili, de 44 años y que lleva 84 días en prisión, compareció el martes pasado ante un tribunal de apelación de Bruselas, para solicitar por cuarta vez a la corte su libertad con brazalete electrónico.

"Como parte de una investigación a gran escala de la Fiscalía Federal sobre hechos sospechosos de organización criminal, corrupción y lavado de dinero, E.K. y MT comparecieron el 28 de febrero pasado ante la sala de acusación del Tribunal de Apelación de Bruselas. La prisión preventiva de estos dos sospechosos se ha prorrogado dos y un mes, respectivamente", informó la Fiscalía en un escueto comunicado.

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El otro imputado es el eurodiputado socialista belga, Marc Tarabella, también en prisión desde que el Parlamento Europeo levantó su inmunidad a principios de febrero.

Kaili alegó, entre otros motivos, que tiene una hija de apenas dos años a la que sólo puede ver dos veces al mes y denunció haber sufrido un trato vejatorio en la cárcel.

Su pareja y padre de su hija, el asistente parlamentario Francesco Giorgi, imputado por los mismos cargos que Kaili, fue puesto en libertad el 23 de febrero con un brazalete electrónico.

A inicios de febrero, también había sido excarcelado bajo libertad vigilada el lobista italiano y secretario general de la ONG No Peace Without Justice (No hay paz sin justicia) Niccolo Figa-Talamanca.

El cabecilla, Antonio Panzeri

En cambio, sigue en prisión por ahora el supuesto cabecilla de la trama corrupta, el exeuroparlamentario italiano Antonio Panzeri, quien ha pactado con la Fiscalía una condena menor a cambio de detallar el funcionamiento de la red de sobornos y señalar a otros implicados.

Kaili, Giorgi, Figa-Talamanca y Panzeri fueron detenidos el pasado 9 de diciembre en el marco de una serie de redadas en distintos inmuebles y domicilios en Bélgica en los que los agentes decomisaron más de un millón y medio de euros en efectivo, ordenadores y teléfonos móviles.

La eurodiputada y cesada vicepresidenta de la Eurocámara fue detenida en esa operación pese a gozar de inmunidad parlamentaria porque los investigadores consideraron que estaba cometiendo un delito flagrante, ya que encontraron grandes sumas de efectivo en su casa y atraparon a su padre abandonando un hotel de Bruselas con una maleta llena de dinero.

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La policía registró también el domicilio en Anthisnes, en el sur de Bélgica, del eurodiputado socialista belga Marc Tarabella, pero no hallaron evidencias que permitieran su arresto inmediato.

Por ello, solicitaron a la Eurocámara que retirase la inmunidad parlamentaria a Tarabella y también al eurodiputado socialdemócrata italiano Andrea Cozzolino para poder investigarles formalmente.

Una vez el pleno del Parlamento Europeo les retiró esa protección judicial, la policía detuvo el 10 de febrero a Tarabella, volvió a registrar su domicilio y decomisó una caja de seguridad que tenía a su nombre en un banco de Lieja.

El entorno de Tarabella, a quien Panzeri ha delatado como implicado en la trama, según las filtraciones publicadas por la prensa belga, insistió hoy que es "inocente, no tiene nada de qué avergonzarse y nunca ha recibido dinero ni regalos a cambio de sus opiniones", al tiempo que se felicitó de que vaya a ser "trasladado en breve a una prisión más cercana a su familia".

La defensa de Cozzolino, en arresto domiciliario en Nápoles (sur de Italia), puso el martes pasado en duda que la Justicia belga pueda garantizarle un juicio justo por dar crédito a las "invenciones" de su acusador, Panzeri. La vista para decidir sobre la euroorden enviada por la Justicia belga para la extradición se aplazó entonces al próximo 14 de marzo.