Jersón vuelve a ser la diana de la guerra en Ucrania y el presidente ruso, Vladímir Putin, no permitirá que la retirada de sus tropas de la ciudad se traduzca en una derrota para Moscú. No en vano, un alto asesor del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha admitido este jueves que el Kremlin quiere convertirla en "la ciudad de la muerte"

Mykhailo Podolyak, asesor político del gobierno, ha afirmado que los rusos tienen planeado bombardear Jersón desde el otro lado del río Dnipro al haber minado toda la ciudad con bombas, desde los apartamentos hasta las alcantarillas.

"La RF (Rusia) quiere convertir Jerson en una 'ciudad de la muerte'. Los militares rusos minan todo lo que pueden: apartamentos, alcantarillas. La artillería de la orilla izquierda planea convertir la ciudad en ruinas", ha escrito Podolyak en Twitter. "Así es (el) 'mundo ruso': llegaron, robaron, celebraron, mataron 'testigos', dejaron ruinas y se fueron".

El asesor de la oficina presidencial ucraniana mostró este miércoles su escepticismo tras la retirada rusa. "Mientras la bandera de Ucrania no ondee sobre Jersón, no tiene sentido hablar de retirada", afirmó en declaraciones a Reuters. Jersón era la única capital de provincia -conquistada el 1 de marzo- que todavía permanecía bajo control moscovita. 

"Proceda a la retirada de las fuerzas y adopte todas las medidas necesarias para garantizar el traslado seguro de las tropas, del armamento y de los equipos al otro lado del río Dniéper", ordenó este miércoles el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, al jefe de la agrupación de fuerzas rusas que combaten en Ucrania, general Serguéi Surovikin.

"Las acciones dicen más que las palabras. No vemos indicios de que Rusia vaya a marcharse de Jersón sin luchar", añadió Podolyak.

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El repliegue ruso era un secreto a voces, ya que hacía días que se hablaba de que la bandera rusa ya no ondeaba en los edificios administrativos de su capital y semanas desde que las autoridades prorrusas habían procedido a la evacuación de la población civil a la orilla izquierda del Dnipro.

Surovikin, que asumió a principios de octubre el mando de todas las tropas rusas en Ucrania, acusó al Ejército enemigo de bombardear objetivos civiles, desde escuelas a hospitales. "Surge una nueva amenaza para la población civil y el completo aislamiento de nuestras fuerzas en la orilla derecha del Dniéper", explicó el general.

Militares ucranianos en Jersón.

Liberación ucraniana

Pese a las últimas noticias que indican que la batalla en Jersón no ha terminado, y que Kiev hace bien en mantenerse alerta ante una retirada que bien podría ser una emboscada, las tropas ucranianas continúan picando piedra en el territorio. 

En las últimas horas, el Ejército de Ucrania ha liberado un total de doce asentamientos ocupados por los rusos en Jersón, de la que el Ejército de Moscú dice haber empezado a retirarse tras mantenerla ocupada desde casi el principio de la invasión.



Según informó en su cuenta de Telegram, Valerii Zaluzhnyi, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, los ucranianos han logrado recuperar en las últimas horas decenas de kilómetros cuadrados de territorio en esta región, que fue recientemente anexionada por Rusia.



"En el frente Petropavlivka-Novoraisk (en el este de Jersón), las unidades de las Fuerzas Armadas de Ucrania avanzaron 7 kilómetros, tomaron el control de 6 asentamientos y devolvieron hasta 107 kilómetros cuadrados de territorio a Ucrania durante el último día", aseguró el alto mando militar en unas declaraciones recogidas por EFE.

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Mientras, en el "frente Pervomaiske-Jersón (en el sur), avanzamos 7 kilómetros, tomamos el control de 6 asentamientos, el área de tierra liberada es de 157 kilómetros cuadrados", precisó, según el medio local Ukrainska Pravda.