El expresidente de Estados Unidos Donald Trump ha negado este viernes que estuviera guardando documentos nucleares clasificados en su mansión de Mar-a-Lago, en Florida, "Esto de las armas nucleares es un bulo", ha asegurado Trump en un mensaje publicado en su plataforma Truth Social. Además, ha tachado de "tipos ruines" a los agentes federales involucrados en el registro.

Trump responde así a una información del Washington Post, publicada el jueves, que no especifica detalles sobre el contenido de estos presuntos documentos, ni si la agencia encontró lo que buscaba. "¿Por qué el FBI no permitió la inspección de áreas en Mar-a-Lago con la presencia de nuestros abogado u otros?", ha añadido Trump en el mensaje.

El informe del 'Post' se produce después de que el Departamento de Justicia presentara una moción el jueves para solicitar que un tribunal de Florida revele la orden de allanamiento ejecutada por el FBI, después de las acusaciones de Trump sobre una supuesta persecución por parte de los agentes federales y la Administración Biden. 

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"El interés claro y poderoso del público en comprender lo que ocurrió bajo estas circunstancias pesa mucho a favor de la revelación", ha expresado el Departamento de Justicia. Este departamento fue el que trató de recuperar la documentación a través de varios contactos con abogados y asistentes del expresidente.

El expresidente llegó a recibir un requerimiento para que devolviera la documentación al completo, como se conoció este jueves. Algo que no hizo, ya que solo entregó 15 cajas en febrero tras abandonar la Casa Blanca. Lo que finalmente precipitó la operación del FBI en Mar-a-Lago, de donde se marcharon con otras 12 cajas de documentos

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El fiscal autorizó personalmente al FBI

La controversia por lo ocurrido en la mansión de Trump y las acusaciones de este contra el Departamento de Justicia y el FBI provocaron reacciones al más alto nivel en EEUU. La más destacada fue la del fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, que reveló en una comparecencia sin preguntas que había autorizado "personalmente" la decisión de solicitar la orden de registro del pasado lunes.

Además de asumir esa responsabilidad, Garland anunció que iba a solicitar al juez que lleva la causa que le autorizara a levantar el secreto sobre la orden de registro.  Lo que sí dejó claro es que la intervención de los agentes federales fue totalmente legal y que no se decidió "a la ligera". Momento en el que aprovechó para recordar que intentaron utilizar otros medios "menos intrusivos", en referencia a los contactos con el equipo del expresidente hace unas semanas.

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La orden de registro fue autorizada por un tribunal federal y el inventario de propiedad es un documento que la ley federal exige que las fuerzas del orden dejen al dueño del lugar. El propio Donald Trump ya ha apoyado que se difunda su contenido. Si sus abogados no presentan objeciones os abogados ante la Corte a la petición antes de las 21.00 hora española (15.00 en Washigton), el documento se hará público.

Mientras, el revuelo y la polémica siguen rodeando a la operación. Desde el lado de Trump, sus simpatizantes y seguidores han convocado una serie de movilizaciones para protestar por la redada a la casa en Florida. El expresidente ha acusado a los agentes federales de estar llevando a cabo una persecución contra su persona.

En respuesta a esas críticas, el FBI ha reaccionado reclamando "respeto" para sus agentes y la labor que desarrollan. Y es que Trump no fue el único que les lanzó graves acusaciones, como la de que podrían haber "plantado pruebas" en su mansión. Los miembros del Partido Republicano que lidera elevaron aún más el tono, al equiparar a los agentes federales con la Gestapo nazi.