Francia y sus socios europeos que operan en Mali, además de Canadá, anunciaron este jueves una retirada militar coordinada de ese país africano, donde están presentes con la operación Barkhane y las fuerzas especiales europeas Takuba. Una declaración conjunta subrayó que ya no se reúnen las condiciones políticas, operativas y jurídicas para continuar su compromiso militar actual en la lucha contra el terrorismo yihadista en Mali, dada la falta de cooperación de la junta militar que Gobierna Bamako.

El grupo apuntó que, "en estrecha cooperación con los países vecinos, desean seguir presentes en la región", donde en total hay unos 25.000 soldados y en concreto Francia tiene desplegados unos 4.300, de ellos unos 2.400 solo en Mali.

Entre los signatarios están Alemania, Bélgica, Dinamarca, Italia, Eslovaquia, Eslovenia, Suecia, el Consejo Europeo, la Comisión Europea, la Coalición para el Sahel y la Comisión de la Unión Africana.

"No podemos seguir comprometidos militarmente junto a unas autoridades de facto con las que no compartimos la estrategia. La lucha contra el terrorismo no puede justificarlo todo", afirmó hoy en rueda de prensa el presidente francés, Emmanuel Macron.

La decisión fue tomada en una reunión este miércoles por la noche en el Elíseo que reunió a una veintena de dirigentes europeos y africanos. La retirada se hará de forma ordenada en coordinación con las fuerzas malienses y de la ONU, y está motivada, según la nota, "por las múltiples obstrucciones de las autoridades de transición malienses". Esa junta militar está en el poder tras del golpe de Estado de mayo de 2021, el segundo en menos de un año.

Para contener la potencial extensión geográfica de las acciones de los grupos armados terroristas hacia el sur y el oeste, los socios internacionales expresaron su voluntad de contemplar la expansión de su apoyo a los países vecinos del Golfo de Guinea y de África Occidental, según sus peticiones.

El comunicado precisó también la intención de seguir apoyando a la población maliense y de afrontar "las causas profundas de la inseguridad" en el país", movilizando ayuda para responder a las necesidades inmediatas y a más largo plazo.

La fuerza Barkhane se creó en agosto de 2014 como sucesora de la operación Serval, que París lanzó a comienzos de 2013 para impedir que las organizaciones yihadistas que se habían hecho fuertes en el norte y el centro de Mali consiguieran el control de todo el país. El pasado junio, el presidente francés, Emmanuel Macron, ya anunció una "profunda transformación" de esa misión para convertirla en una operación de cooperación, lo que iba a suponer una reducción de tropas.

40 muertos en tres días

En los últimos tres días, más de cuarenta civiles malienses fueron asesinados en diferentes ataques presuntamente yihadistas contra sus pueblos en la región de Gao, en el norte del país. "Es una masacre que causó la muerte de más de cuarenta civiles" explicaron las fuentes que añadieron que las víctimas fueron asesinadas cuando intentaban huir de los grupos yihadistas en la localidad de Tessit, en el círculo de Asongo, en la región de Gao.

Las fuentes atribuyen la autoría de estos ataques al Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes (JNIM, leal al Qaeda) y a los yihadistas leales al Estado Islámico, que ambos multiplicaron recientemente sus enfrentamientos con el objetivo de posicionarse en la zona tras la anunciada retirada de las tropas francesas. Hasta el momento, el Gobierno central no ha comentado sobre este ataque.

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