Las evacuaciones en Afganistán han dejado muchas historias del proceso que se inició con la entrada de los talibanes en Kabul hace dos semanas, y que tienen previsto su final este martes, 31 de agosto. Entre ellas se encuentra la del exmarine británico Paul Farthing, que se negó a abandonar el país si no podía llevar consigo a los animales de un refugio que él mismo coordina.

Farthing inició una campaña polémica a través de redes sociales que ha cosechado el apoyo de miles de personas para no dejar atrás a los animales del refugio "Nowzad", que él mismo fundó en el país y en el que trabajan otras 24 personas, y consiguió recaudar suficientes fondos para fletar un vuelo privado para él, sus empleados, y casi 200 perros y gatos de su refugio.

Aunque en un principio Reino Unido autorizó el aterrizaje del avión, el despegue no pudo realizarse dada la situación caótica que se vive en el aeropuerto, especialmente tras el atentado del pasado jueves. Finalmente, el exmarine fue evacuado este domingo en un avión privado junto a 150 perros y gatos, pero ha tenido que dejar atrás a sus empleados después de que un control talibán les impidiera acceder al aeródromo.

Además de cosechar apoyos, el exmarine también ha sido duramente criticado por altos cargos del Gobierno británico. El ministro de Defensa, Ben Wallace, ha sido de los más duros con Farthing, a quien acusó de entorpecer las labores de evacuación al obligar a los funcionarios a invertir gran parte de su tiempo en gestionar la salida de los perros y gatos, así como a ayudar a cargar los kilos de comida que necesitaban para el viaje. Al parecer, el ministro le habría espetado que no iba a "priorizar a los animales por encima de las personas". 

En una publicación en su cuenta de Twitter, el exmarine ha asegurado tener "sentimientos encontrados" con el proceso de evacuación de Afganistán, y expresa su "profunda tristeza" por la situación de la población del país que le dio cobijo.

Además, en declaraciones al diario The Sun, afirma que fue "deprimente" dejar a sus colaboradores en tierra. "Algunos vinieron conmigo al aeropuerto, pero no se les permitió cruzar la línea entre los talibanes y el control británico. Hubo muchas lágrimas cuando nos despedimos. Me siento muy triste por ellos", explica. 

En cuanto a los animales, permanecerán en cuarentena durante cuatro meses, mientras que Farthing tendrá que estar diez días en un hotel, como el resto de evacuados. El doctor Iain McGill, un veterinario del refugio, declaró a la BBC que "considerando lo que han pasado, los animales están en muy buen estado en general", y al parecer muchas personas se han ofrecido para adoptarlos. 

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