Bata, la ciudad más poblada y capital económica de Guinea Ecuatorial, vive sumida en el caos desde que el domingo 7 de marzo una de sus bases militares volara por los aires.  Una quema de malezas, aparentemente inocente, hacía explotar un contenedor que los militares habían convertido en polvorín repleto de explosivos. 

Un gran estruendo y una nube de polvo hacían saltar por los aires los cristales de las viviendas sociales que rodeaban al cuartel. Tras la primera llamarada, otra de similares proporciones y, tras ella, dos últimas, algo más débiles. La nube del polvo que cubría el cielo dejaba tras de sí más de 100 muertos en uno de los barrios más populares de la ciudad. 

Junto a los cuerpos sin vida, centenares de heridos que colapsaban los hospitales de la capital y obligaban al país a pedir ayuda internacional. Esa mano tendida, en forma del equipo médico español de emergencias (START), llegaba desde España apenas dos días más tarde.  

José Antonio Romeo, Montse Esbert, Felipe Noya, Nieves Vázquez, Rafael Dorado, Laura Rasero, junto con otros ocho compañeros, aterrizaban en Bata el 10 de marzo con el objetivo de dar apoyo al sistema sanitario ecuatoguineano. Junto a ellos, un paquete de medicamentos y material sanitario por valor aproximado de 60.000 euros facilitado por el Gobierno de España.

Su misión al llegar al país era clara: ayudar en todo lo posible con las amputaciones que se habían producido a costa de las cuatro explosiones. Una de esas manos dispuesta a coser heridas y reparar roturas eran las de Felipe Noya, un traumatólogo de Santiago de Compostela que se encuentra allí desplazado e intentando salvar a aquellas personas que han sufrido amputaciones tras las explosiones.

Llegada del cargamento medicinas y material sanitario a Bata.

En estos momentos, Felipe Noya no tiene que hacer frente a casos nuevos y sus esfuerzos están puestos en las lesiones producidas durante los estallidos. "La gravedad de las lesiones obliga a que muchos enfermos necesiten varias intervenciones durante los próximos días", confirma en sus declaraciones a EL ESPAÑOL.

Uno de los mayores problemas con los que se encuentran el grupo START es el propio sistema sanitario en Guinea Ecuatorial. "Su sistema sanitario es permanentemente incapaz de proveer atención con un mínimo de calidad, y en esta situación, todo es peor si cabe", ha explicado.

Aun así su equipo humano, como pasa casi siempre en la sanidad, les ha ayudado enormemente. Noya resalta la fantástica respuesta de "todos nuestros compañeros de los hospitales de Bata durante la emergencia". La actuación de los sanitarios ecuatogineanos 'amortiguó' el impacto. "Gracias a su magnífica actuación, el impacto del desastre se ha minimizado".

De momento, este grupo de 14 sanitarios no sabe cuánto tiempo necesitarán de su presencia. Con motivo de la explosión, España no ha sido el único Gobierno que ha desplegado sus efectivos por lo que Noya ve conveniente coordinarse con el resto de equipos sanitarios para proporcionar una ayuda "eficaz" y, según dicha coordinación, "se establecerá la duración de la misión".

El estrés asistencial, la descoordinación y la falta de medios desalientan por momentos a estos médicos que recobran la esperanza cuando atienden a sus principales pacientes. "Son niños y niñas, muchos de ellos con aplastamientos de piernas y brazos, incluso su amputación", visibiliza el cirujano.

Y es que, son las historias humanas las que animan a este médico a seguir en el proyecto START del que forma parte desde su fundación. "Participe en la misión de Mozambique tras el ciclón Idai", recuerda Noya que lleva en el equipo START desde su creación.

Pero la vida laboral de este médico, como la del resto de sus compañeros, no se circunscribe a las misiones de cooperación. Todos ellos forman parte del sistema nacional de salud y, por tanto, son voluntarios.

En este sentido, Noya reivindica la labor de los equipos sanitarios en España para reclutar miembros y hacer llegar a los médicos la misión del equipo START. "Creo que necesitamos que los gerentes y responsables de recursos humanos de nuestras respectivas áreas de salud y hospitales conozcan realmente esta iniciativa, y no lo vean como algo extraño", finaliza.

Llegada del equipo START a Bata recibido por consul España y responsable AECID junto a la autoridad ecuatoguineana.