Francia ha decidido atajar los brotes de coronavirus causados por las variantes sudafricanas y brasileñas. El objetivo principal es evitar que los colegios se conviertan en el principal foco de contagio, por lo que el Gobierno de Emmanuel Macron ha puesto en marcha un plan urgente que afecta a alumnos y profesores.

Así, desde este semana se cerrará cualquier clase con un caso positivo de estas dos variantes. También cuando en esa clase hay un alumno con un padre o un conviviente infectado.

Además, los casos positivos de las variantes sudafricana y brasileña deberán aislarse durante 10 días y no 7, como ocurre en Francia con los positivos de la cepa tradicional y mayoritaria en el país hasta ahora. Y es que si el 29 de enero eran 444 las clases cerradas, a fecha del 5 de febrero se han duplicado y ya son 934 en toda Francia. 

Otra de las medidas puestas en marcha será la obligación de volver a clase con una doble PCR. Es decir, además de la primera que confirma la infección por Covid, el alumno o profesor deberá presentar una PCR negativa para incorporarse a clase, algo que no era necesario hasta ahora. 

También, y desde esta misma semana, todas las pruebas PCR que den positivo tendrán que ir seguidas de un segundo test para identificar la variante en las siguientes 36 horas.

El endurecimiento del protocolo tranquiliza a muchos profesores, especialmente en los jardines de infancia, según Le Monde, ya que son en esta etapa escolar donde han aumentado exponencialmente los contagios tras la vacaciones de Navidad,

Al cierre de clases con un solo positivo y la doble PCR hay que sumar una tercera medida: el uso obligatorio de mascarillas quirúrgicas o FPP con un filtrado superior al 90%. De esta forma se prohíben las mascarillas de tela en todos los centros educativos de Francia. 

AstraZeneca y la sudafricana

La farmacéutica AstraZeneca ha anunciado que está trabajando ya en una nueva vacuna efectiva contra la variante sudafricana del coronavirus después de que trascendiera que la que está siendo ya distribuida por todo el mundo es menos efectiva contra esta variante, en particular en los casos de afección leve.



La variante sudafricana está siendo muy estudiada porque se le presupone una capacidad de contagio mucho más elevada que la original. Por el momento Sudádrica ha decidido suspender su uso en el país mientras que países europeos como Francia, Alemania, Italia y España la administrarán sólo a personas entre 18 y 55 años. 

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