El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, arremetió este domingo contra los medios de comunicación por "fomentar el odio y la anarquía" y defendió la labor de la Guardia Nacional en Mineápolis frente a los manifestantes.

"Los Medios de Comunicación Parciales están haciendo todo lo posible para fomentar el odio y la anarquía. ¡Así como todo el mundo entiende lo que están haciendo, que son NOTICIAS FALSAS y gente mala de verdad con una agenda enfermiza, podemos trabajar fácilmente más allá de ellos a través de la GRANDEZA!", dijo Trump en Twitter.

Estados Unidos arde por los cuatro costados. Las revueltas sociales ocasionadas tras las muerte de George Floyd, un ciudadano de raza negra cuya vida fue segada por un policía en la ciudad de Minneapolis, ha sido la mecha necesaria para encender la tensión racial. "No puedo respirar", se oye en las últimas imágenes de Floyd mientras el agente no levanta su rodilla del cuello del detenido.

Decenas de ciudades, de norte a sur y del Atlántico al Pacífico, han sido escenario durante los últimos días de violentos disturbios en protesta por la muerte en lo que es ya el último caso de abuso policial contra las personas de raza negra en pleno año electoral

A finales de 2020 los estadounidenses están llamados a las urnas para elegir si renuevan la confianza en el actual presidente o por si se decantan por el candidato demócrata Joe Biden. El voto negro puede ser determinante, y Biden no dudará en buscar su apoyo.

De hecho, Biden lidera la intención de voto entre los estadounidenses frente al actual inquilino de la Casa Blanca, según la encuesta del diario Washington Post y la cadena ABC, publicada este domingo.

Trump se ha visto desbordado por la situación, las imágenes de violencia y los saqueos que se están produciendo. Algunas ciudades han decidido desplegar a la Guardia Nacional para intentar controlar la situación y varios estados han decretado el toque de queda para intentar mitigar los disturbios.

El presidente, por su parte, se ha limitado a atacar a los manifestantes. "Saqueadores y anarquistas", dijo el sábado desde Cabo Cañaberal, después del lanzamiento de la misión de la NASA y SpaceX. “Son los antifascistas y la extrema izquierda. ¡No echen la culpa a otros!”, había tuiteado antes.

El ejército, listo

"Tenemos el Ejército preparado y dispuesto. Si (las autoridades de Minesota) quieren llamar al Ejército, podemos tener las tropas sobre el terreno muy rápido", dijo Trump en declaraciones a los periodistas en Washington.

Pero Trump no es el único político que ha cargado contra los manifestantes. El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, salió en la noche de este sábado en defensa de la actuación de la policía de la ciudad ante las manifestaciones de protesta por la muerte con tintes racistas de Floyd. El alcalde ha rechazado las críticas por un incidente en Brooklyn en el que dos vehículos patrulla arrollaron a un numeroso grupo de manifestantes.

En un vídeo en las redes sociales se puede apreciar como un grupo de unos 30 manifestantes cierran el paso a un vehículo de la policía con unas vallas, le lanzan botellas, bolsas de basura y otros objetos y, tras la llegada en apoyo de otro coche patrulla, arrolla a una docena de personas, mientras que el segundo vehículo hace lo propio con algo menos de fuerza.

Los Ángeles

Los Ángeles, la segunda ciudad más poblada de Estados Unidos, declaró el toque de queda y convocó a la Guardia Nacional por los disturbios que se extendieron durante el sábado por toda la localidad y que desembocaron en enfrentamientos violentos.

Por ello, el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, ha declarado un toque de queda para toda la localidad y pidió, según medios de comunicación locales, que las autoridades de California desplieguen efectivos de la Guardia Nacional.

Otras capitales estadounidenses como Atlanta (Georgia), Filadelfia (Pennsylvania) y Portland (Oregon) han impuesto medidas similares, pero en el caso de Los Ángeles la tensa situación recuerda a los violentos disturbios que en 1992 se saldaron con más de 50 muertos y 2.000 heridos, tras otro sonado caso de brutalidad policial contra un ciudadano afroamericano.

El alcalde señaló que la ola de protestas y la pandemia del coronavirus representan "el momento más fuerte que ha experimentado como residente de Los Ángeles desde los disturbios de 1992".

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