Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU y la ''pesadilla' de Donald Trump, se preocupa por la salud del presidente de EEUU tras admitir que toma hidroxicloroquina y zinc a diario desde hace más de una semana. 

Trump justifica su medicación como una especia de antídoto contra el coronavirus: "He oído muchas cosas buenas". "Me la estoy tomando, la hidroxicloroquina. Empecé a tomarla hace un par de semanas. No me va a hacer daño", dijo a los periodistas al final de un acto en la Casa Blanca con representantes del sector de la restauración.

Pelosi le ha advertido de las contraindicaciones de este medicamento “especialmente por su grupo de edad y su, digamos, grupo de peso, que dicen que es obeso mórbido”

En una entrevista en la CNN, la líder demócrata añadió que le preocupa la incertidumbre respecto a la efectividad del fármaco para tratar el coronavirus. “Él es nuestro presidente, y preferiría que no esté tomando algo que los científicos no han aprobado”, expresó.



Un fan de la cloroquina



Desde hace más de un mes, Trump lleva exaltando las virtudes de la hidroxicloroquina, un medicamento utilizado contra la malaria, el lupus o la artritis severa, que se ha recetado a muchos pacientes de Covid-19 en todo el mundo, pero que aún forma parte de ensayos clínicos.



El mandatario explicó que comenzó a tomárselo porque quería, y porque escuchó "cosas buenas" sobre el medicamento y preguntó a su doctor en la Casa Blanca qué le parecía, y este dijo que "si quería" podía recetárselo.



Trump subrayó que tiene "cero síntomas" de coronavirus y que se hace el test "cada par de días" y "siempre sale negativo", pero decidió empezar ese tratamiento porque "muchos doctores y enfermeras lo están tomando como prevención".



"Parece tener un impacto, y si no lo tiene, no te vas a enfermar y morir (...) Llevo tomándolo una semana y media y sigo aquí", agregó.



La Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA, en inglés) advirtió a finales de abril contra el uso de la hidroxicloroquina fuera de un hospital o un ensayo clínico, por el riesgo de desarrollar arritmias cardíacas.



Además, no hay pruebas suficientes de que la hidroxicloroquina funcione como profiláctico, para prevenir COVID-19, según un estudio publicado a finales de abril en el International Journal of Rheumatic Diseases.





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