Alemania podría tener 10 veces más de contagios por coronavirus de lo que dicen sus cifras oficiales. Así lo han reportado los resultados preliminares de un estudio llevado acabo en la Universidad de Bonn.  

Para llevar a cabo la investigación, titulada Estudio de Heisenberg, cuya publicación todavía no ha sido revisada por otros científicos, se tomaron muestras nasales y de sangre de 919 personas de 405 hogares, seleccionadas de forma aleatoria.

Todos los participantes residen en Gangelt, situado en el estado de Renania del Norte-Westfalia, uno de los municipios más afectados por el virus después de que, a mediados de febrero, numerosas personas se infectasen tras la celebración de un carnaval. 

"Con nuestros datos, es posible por primera vez estimar muy bien cuántas personas se infectaron después de un brote. Según nuestro estudio, fue el 15% de la comunidad de Gangelt. La mortalidad por infección (IFR) se puede determinar a partir del número total de los infectados. Para el SARS-CoV-2, es del 0,37% en Gangelt", afirmó el líder del estudio, el doctor Hendrik Streeck, director del Instituto de Virología del Hospital Universitario de Bonn. 

La comparación de este número con los casos oficiales de infectados conduce a la llamada "figura oscura", lo que significa que solo en Gangelt, el número de contagios es cerca de 5 veces superior al oficial.

Si el número de muertes relacionadas con el SARS-CoV-2 en Alemania es de 6.700 -cuando se realizó el estudio, actualmente es de 6.866-, lo que representaría en base a las cifras que maneja la investigación, al 0,37% de contagios, el total estimado de infectados en todo el país sería de alrededor de 1,8 millones de personas.

Esta cifra no revelada es 10 veces mayor que el número total de casos informados oficialmente: 162.496 -según las cifras del 3 de mayo de 2020, 7:20 am-.

"Los resultados pueden ayudar a mejorar aún más los modelos para calcular cómo se propaga el virus. Hasta ahora, los datos subyacentes han sido relativamente débiles", dijo el coautor del estudio, el doctor Gunther Hartmann, jefe del Instituto de Química Clínica y Farmacología Clínica del Hospital Universitario de Bonn y portavoz del Grupo de Excelencia ImmunoSensation. 

El 20% de los infectados no tenían síntomas

La investigación, que también proporciona información importante para futuros estudios sobre el SARS-CoV-2, como el riesgo de infección según la edad, el sexo y patologías previas (entre otros), refleja que "el 22% de todas las personas infectadas en Gangelt no mostraron ningún síntoma".

Sin embargo, se notó que las personas que acudieron al carnaval -importante foco en la expansión del brote- en la mayoría de los casos sí presentaban síntomas. "Para saber si la proximidad física a otros asistentes y el aumento de la formación de gotas al hablar en voz alta y cantar han contribuido a una difusión mayor de la enfermedad, estamos planeando hacer más exámenes en cooperación con especialistas en higiene", explicó el profesor Hartmann en un comunicado.  

"Los resultados preliminares de este estudio sirven como un recordatorio de los peligros de infección por parte de portadores del virus no identificados, algunos de los cuales no muestran síntomas", explicaron los investigadores.

Pruebas combinadas

A las 919 personas que se sometieron al estudio se las realizó primero una prueba PCR y dos o tres semanas después de la infección, "cuando el sistema inmunitario forma los llamados anticuerpos contra el virus", una prueba ELISA.

"Al combinar las pruebas de PCR y ELISA, podemos detectar infecciones agudas y pasadas". Los estudios preliminares mostraron que la prueba ELISA es "incorrecta" en aproximadamente el 1% de los exámenes realizados e indica incorrectamente que la infección ha pasado.

"Con un alto porcentaje de personas infectadas como en Gangelt, este factor de incertidumbre de medición queda en segundo plano", concluyó Hartmann.

Inicio del desconfinamiento

Alemania comenzó el 20 de abril el relajamiento de las medidas de desconfinamiento con la apertura de algunos comercios. Ya entonces la comunidad científica alertó de que era demasiado pronto.

Una semana después, el director del Instituto de Virología Robert Koch, Lothar Wieler, pidió a la ciudadanía que permaneciese recluida en casa lo máximo posible tras detectar un repunte en la tasa de contagios. Weiler informó de que el famoso índice R0, clave en cualquier fase de desescalada volvió a subir del 0.7 al 1. 

Esa misma semana, las grandes instituciones científicas de Alemania publicaron un comunicado conjunto en el que presentaban un plan de desescalada "en dos fases" bastante diferente al planteado por la canciller, Angela Merkel.

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